Andrea es el resultado de las luchas que generaciones anteriores protagonizaron para lograr decidir sobre su maternidad y actividad laboral, pero cuyo resultado arrojó a una generación a tener que compaginar su trabajo con su rol de ama de casa.
Con unas pocas horas disponibles en su día a día, pocas posibilidades existían de que Andrea se decidiera por la lactancia materna cuando su hija nació hace dos años.
Enfrascada en los estudios de una maestría de tiempo completo que le demandaba largas horas de trabajo en un laboratorio, parecía imposible compaginar sus horarios.
Pero ella nunca lo dudó.
"Fueron muchas las razones para decidirme, nunca lo dudé e hice todo lo posible por amamantar, primero porque así me enseñaron, vengo de una familia tradicional y segunda, porque aunque parezca moda la defensa de la lactancia, en realidad existen muchos beneficios",recuerda.
Andrea es el resultado de las luchas que generaciones anteriores protagonizaron para lograr decidir sobre su maternidad y actividad laboral, pero cuyo resultado arrojó a una generación a tener que compaginar su trabajo con su rol de ama de casa.
Su formación profesional en biología le dio nociones que la llevaron a concluir que dar pecho a su bebé era sano, ya que le reforzaría los anticuerpos.
"Era primeriza y me daban miedo muchas cosas, así que traté de informarme en ese tiempo de embarazo y me puse a leer un libro sobre lactancia y terminé de convencerme de que era la mejor opción para mi bebé".
Pero su mente racional no fue el único factor.
Aunque la opción de darle fórmula a su hija era lo más viable para una mujer que estaba fuera de su casa todo el día, el factor económico también influyó, ya que los gastos de comprar leche en polvo no se comparaban con el hecho de amamantar ella misma a su pequeña.
Pero no todo fue tan fácil.
Para empezar en su actividad cotidiana resultaba muy difícil encontrar un tiempo para salir de sus clases y el laboratorio para encontrarse con su bebé.
Afortunadamente su jefe en esos años entendió su situación y le dio el permiso que requería para salir a amamantar.
Pero ese corto espacio trajo otro contratiempo, su poca actividad en la lactancia no le permitía producir la suficiente leche así que al final tuvo que combinarla con formula.
"Amamantar no es una moda como pudiera pensarse con tanta propaganda que han hecho para promover y rescatar este decisión que es un derecho tanto de las madres como de los niños y, es una decisión que se toma de acuerdo a lo que vives, pero sí puedo decir que lo recomiendo a aquellas que puedan hacerlo.