Como parte de la programación de Distrital Festival, la Cineteca Nacional presentará del 22 al 31 de enero la retrospectiva "Roberto Rossellini", que incluirá 10 obras fundamentales del “padre del neorrealismo”.
Como parte de la programación de Distrital Festival, la Cineteca Nacional presentará del 22 al 31 de enero la retrospectiva "Roberto Rossellini", que incluirá 10 obras fundamentales del “padre del neorrealismo”.
Será una celebración para uno de los directores más grandes y controvertidos de Italia, rechazado duramente por diversas instituciones, tanto en el ámbito del cine como fuera de él, por la crudeza de su estilo, su constante rechazo al espectáculo y lo crítico de sus historias.
De acuerdo con información difundida por la Cineteca, en una entrevista publicada en los números 50, 52 y 55 de la revista Cahiers du cinéma, Rossellini expresó que para él, el neorrealismo “consiste en seguir a un ser con amor en todos sus descubrimientos, todas sus impresiones. Se trata de un ser muy pequeño bajo algo que le domina y que, de repente, le golpeará horriblemente en el momento preciso en que se encuentre libremente en el mundo sin esperar nada”.
Estas palabras se consolidaron en Roma, ciudad abierta (1945), considerada como la película que inauguró esa corriente artística.
Víctima de los estragos de la Segunda Guerra Mundial, la industria del cine en Italia no contaba con estudios, trabajadores ni equipo para rodar grandes producciones, por lo que el cineasta salió a filmar a la calle, con actores no profesionales, una historia crítica del conflicto bélico.
Paisà (1946) continuó este eje temático y le añadió un sentimiento de liberación nacional, al reunir seis historias que reflejan el deslindamiento italiano de la opresión del régimen nazi después de que los aliados invadieran Europa durante 1943 y 1944.
La obra que concluye esta trilogía neorrealista es Alemania, año cero (1947), que sigue a un niño que vive en los restos de Berlín, ciudad destrozada por la guerra y retratada con fidelidad por la cámara de Rossellini, quien fue estigmatizado por el final de este trabajo.
Como parte de esta retrospectiva está también Amor (1948), una cinta antológica compuesta de dos segmentos: El Milagro y Una voz humana.
Con Amor, La máquina matamalvados (1952) es vista con frecuencia como una obra de transición y quizás la más alejada de la sobriedad realista que caracteriza al cineasta. En ella, un demonio le otorga a un fotógrafo la habilidad de eliminar a las personas con su cámara, proponiendo un dilema moral tanto al protagonista como al espectador.
Al igual que sus primeros filmes que estuvieron enfocados a la crónica neorrealista en temas sociales y de crítica política,Stromboli (1949) lo hizo en la soledad del individuo y en los conflictos de la vida de pareja. Esto implicó un giro en la filmografía del italiano y en su vida marital, ya que sostuvo un amorío con la actriz principal de la película, la estrella de Hollywood, Ingrid Bergman.
El romance, pese a la polémica que desató, se transformó en matrimonio y la colaboración cinematográfica entre Rossellini y Bergman, quienes trabajaron en otras cuatro producciones, de las que se exhibirán Viaje a Italia (1953) yAngustia (1954), que ponderan los cuestionamientos de Stromboli sobre las relaciones amorosas y la falta de comunicación.
Después de trabajar con Bergman, el director decidió que el cine no sólo debía servir como crítica, sino como una forma de educación para la audiencia, por lo que hizo India (1959), un documental realizado para acercar al público occidental a las costumbres y tradiciones del segundo país más poblado del mundo.
Finalmente se exhibirá La fuerza y la razón (1971), una muestra del tipo de cine al que Roberto Rossellini se dedicó en la última etapa de su vida.
Cansado de las películas convencionales y desilusionado con el impacto social de la industria, el autor realizó largometrajes didácticos, principalmente para televisión, que servían como recuentos históricos de personajes como Luis XIV, Sócrates, Agustín de Hipona y, en este caso, Salvador Allende.