Resulta que la senadora Adriana Dávila, en su afan de conquistar a los panistas, optó por enviar roscas a los diputados y otros actores políticos, pero en vez de muñequito llevaba una invitación para que la acompañen este viernes a las 5:30 de la tarde a registrarse como candidata a la gubernatura del estado.
Bien dicen que no hay amor sin interés.
Resulta que la senadora Adriana Dávila, en su afan de conquistar a los panistas, optó por enviar roscas a los diputados y otros actores políticos, pero en vez de muñequito llevaba una invitación para que la acompañen este viernes a las 5:30 de la tarde a registrarse como candidata a la gubernatura del estado.
A muchos les cayó de extraño este gesto ya que nunca lo habia hecho, pero como dice el dicho: el interés tiene pies.
Pues será la candidata otra vez, dicen sus correligionarios, si es que el partido decide registrarla, pero sin el apoyo del gobierno federal de Felipe Calderón y del estatal de Héctor Ortiz, donde hubo suficiente recurso para comprar votos, hoy la tiene muy complicada.
Aunque se dice que si el gobernador de Tlaxcala, Mariano González, no logra un panorama que le favorezca, la apoyaría.
Al tiempo.