Sin acuerdo no hay trato.
Y se dice que parte de los acuerdos que trae Mariano González Zarur con la llegada de Marco Antonio Mena como gobernador electo, es primero cuidarle las espaldas y cubrir todos los desfalcos en las distintas dependencias y malos manejos de los recursos.
Y es que al menos en su sexenio no se ve ninguna obra de gran impacto social.
Otro acuerdo es continuar con los negocios ya generados con sus empresas, tan solo un ejemplo el complejo denominado “Valquirico”, pues integrantes de la familia González Zarur son socios de ese negocio, fueron los que adquirieron la ex hacienda de Santa Águeda y, por cierto, han promocionado su imagen con recursos públicos, por citar un caso.
Otra es trabajar desde la administración estatal para allanarle el camino al junior, Mariano González Aguirre, pues que no se le olvide a Marco Mena que Marianito se convirtió en su sombra en la campaña y, dicen los que estuvieron dentro, que quien hacia las negociaciones era Marianito y quien moverá los hilos en el gobierno entrante, como una forma de prepararse, pues sueña con seguirle los pasos a su padre y ocupar la titularidad del Ejecutivo.
Así que imagínese usted, lo que le espera a la hermosa niña Tlaxcala.