Tenemos testimonios de los adolescentes de 12 a 15 años, que revelan como violan a sus hermanitas, a sus primas y ahí nos damos cuenta cuando platicamos con ellos, nos confiesan todo, hay mucho mal.
"Tenemos testimonios de los adolescentes de 12 a 15 años, que revelan como violan a sus hermanitas, a sus primas y ahí nos damos cuenta cuando platicamos con ellos, nos confiesan todo, hay mucho mal", esa es la plática que Carlota Trinidad Tlacomulco, de la pastoral de catequesis del barrio de Santiago en San Pablo del Monte, nos da
con la tristeza reflejada en el rostro.
Desde su perspectiva, existe una pérdida de valores en la juventud, por los avances tecnológicos descontrolados, redes sociales, el internet, la tablet, el celular.
"Nos damos cuenta de la agresividad que hay en los niños, el otro día estábamos trabajando y de repente un niño llega corriendo y nos dice, que su compañerito había sacado un cuchillo en el baño y que iba a matar a otro niño, imagínese".
Y agrega:
"Y el grupo de catequistas nos preguntamos y dónde están los papás, porque estas actitudes se forman desde casa, porque aquí les enseñamos los valores, como dios ama a su pueblo, y el respeto. Pero esas actitudes de agresividad, son fomentados desde casa, y ese es el gran problema y peor aún, que no los quieren mandar para inculcarle cosas buenas".
-¿Desde cuándo es usted catequista?
"Tengo 15 años dando catequesis".
-¿En qué consiste?
"Consiste en ayudarlos que conozcan todo lo que es la humildad, la sencillez, el respeto, los valores, porque ahora ya no hay valores en los niños, la espiritualidad, y se enamoren de dios y en su casa vivan bien con respeto y valoren a sus compañeros de escuela, maestros y papás, eso es lo que les damos".
-¿Ha disminuido la presencia de estos niños en la iglesia?
"Ha disminuido en un 50%, se inscribieron en enero 80 y a estas fechas solo llegan unos 38, y eso porque voy casa por casa a invitar a los papás a que los manden, que los animen a que vayan a recibir su sacramento, sino quién sabe".
Para ella, esto es un proceso paulatino.
"No se ha podido lograr, por lo mismo que los papás no están evangelizados, yo creo que entonces incrementaría el número de niños. Imagínese si en un barrio de San Pablo del Monte vivimos 2 mil familias, dónde están esos, niños, y si en la escuela hay 800 niños, dónde están. Sólo tenemos cincuenta niños, sólo 50 niños van a recibir la palabra de dios. Nosotros damos catequesis a 50 niños, 8 adolescentes y 3 jóvenes. Tienen miedo de la evangelización porque desde casa no hay un hábito de espiritualidad, incluso aquí hay muchos adultos sin bautizo, sin sacramento de comunión ni confirmación".
Reflexiona que se trata de un problema familiar.
"Desde el centro de la familia no tienen a dios y por eso mismo. Los niños si van si se inscriben, van dos semanas y se retiran.
Luego pasa que se llegan a juntar a los 12 años y quieren que reciban el sacramento y la iglesia ya no lo permite".
-¿Hay cierta edad para esto?
"Si, por ejemplo de 9 años en adelante para prepararlos hasta los 15 años, pero que sean solteros, no en unión libre, no se puede".
-¿A qué se debe la ausencia de estos niños en la iglesia?
"Yo lo considero a la falta de ánimo de los papas que no le dan importancia, la espiritualidad ya no tiene importancia, porque no hay responsabilidad de los papás, ellos piensan que al mandar a un niño a la catequesis, es que se vaya a sentar, que vaya a distraerse. Pero no piensan que mandarlos les ayuda a que el adolescente, el joven el niño, aprenda a vivir con valores y disfruten de cada etapa de la vida".
Con una voz que por momentos se torna melancólica, la catequista señala que la niñez está destruida.
"Si ustedes escucharan cuando tenemos retiros de adolescentes, sus experiencias, nos damos cuenta que está destruida la niñez, hay mucho robo, abuso sexual por parte de los padres, padrastros, hermanos, nos da tristeza, y nos preguntamos ¿Dónde están los papás qué hacen?.
Nosotros hacemos reuniones cada mes, y de 40 papás solo llegan 8 0 10, les damos pláticas, pero no hemos logrado inculcar la espiritualidad. La comunidad no se presta, no tienen interés ya solo cuando algo malo les pasa corren a buscar a dios".