"¡Por fin en Uruguay!", gritó Mick Jagger en español. Era la noche del martes, cuando los uruguayos por primera vez pudieron ver a los Rolling Stones en un concierto que llenó el mítico estadio Centenario de Montevideo.
"¡Por fin en Uruguay!", gritó Mick Jagger en español. Era la noche del martes, cuando los uruguayos por primera vez pudieron ver a los Rolling Stones en un concierto que llenó el mítico estadio Centenario de Montevideo.
Como es tradición, Sus Majestades Satánicas arrancaron el concierto con Start Me Up, seguida del clásico It's Only Rock and Roll (But I Like it), bajo un calor agobiante que no llegó a aplastar los ánimos de las 60 mil personas que coparon el aforo. Vestido con pantalones negros, camiseta negra y camisas de seda que se fue cambiando a lo largo de la noche, Mick Jagger lució la excelente salud de la que goza a los 72 años gracias a la dieta sana y el intenso régimen de ejercicios, que conjura el pasado de excesos de "la banda más grande de rock and roll", formada en 1962.
"Nuestro show será nuestro Maracanazo", bromeó Jagger en el escenario, refiriéndose a la histórica victoria sobre Brasil que le dio a Uruguay el trofeo del mundial de fútbol de 1950 en el estadio de Maracaná, en Rio de Janeiro.
"¡Uruguay! ¡Uruguay!", gritó el público, tocado en su orgullo por la mención a su mayor triunfo deportivo.
"¡Gardel es uruguayo!", siguió, mimando a una multitud que lo ovacionó por reconocerle la paternidad del ídolo internacional del tango, un tema sensible en el cono sur.
Luego sacó una camiseta celeste y gritó: "¡Luis Suárez!", otra gloria futbolística nacional que brilla en el Barcelona de España. "La estamos pasando bien en Montevideo. Escuchamos candombe, Charlie (Watts) comió un gran chivito (sandwich de carne) y después caminamos en la Rambla", contó Jagger, siempre hablando en español. "¡Sos un grande!", gritó un fan "¡Sos un monstruo!". En su única presentación en Uruguay como parte de su gira latinoamericana, los eternos Stones tocaron también clásicos como Wild Horses, Sympathy for the Devil, Paint it Black y Brown Sugar, que los más jóvenes intentaban corear sin éxito y los mayores cantaban a todo pulmón.
Mick Jagger, Keith Richards, Ron Wood y Charlie Watts cerraron su concierto, que se extendió por dos horas, conSatisfaction (I can't get no) y una batería de fuegos artificiales. Los Stones arribaron desde Argentina como parte de la gira "América Latina Olé", que ya los llevó a Santiago y continuará por Brasil, Perú, Colombia y México.
Es la primera vez que vuelven a la región en 10 años: su última actuación en Latinoamérica fue en 2006, cuando visitaron Puerto Rico, Brasil, Argentina y México.