A casi 8 años de haber sido derrotada en la contienda por el gobierno de Tlaxcala, Maricarmen Ramírez García admite que, en términos electorales, fue un error lanzar su candidatura siendo esposa del entonces gobernante perredista, Alfonso Sánchez Anaya.
Sin embargo, contrario a lo sostenido por el hoy senador, quien admitió en entrevista para agendatlaxcala que se equivocó con esa postulación y no lo repetiría, ella responde sin titubeos que “yo sí lo volvería a hacer”.
Convertida hoy en funcionaria del gobierno de Mariano González Zarur, la política que alguna vez pidió que la llamaran “Hilaria” y no Hillary de Tlaxcala, en alusión a la esposa de Bill Clinton, señala que a lo largo de los años ha llegado a la conclusión de que su papel fue de “labradora”.
“Abrimos brecha, yo estoy trabajando en lo mismo en que las mujeres seamos reconocidas por nuestro trabajo, por nuestra capacidad”.
Maricarmen Ramírez se desempeña como directora del plantel 10 del Colegio de Bachilleres de Tlaxcala (Cobat) y desde la contienda de 2004 ha mantenido un papel discreto en la política, muy lejos de la polémica que protagonizó hace casi 8 años.
No obstante, ella afirma que la lucha sigue, aunque no sea en la arena política, sino por la igualdad y equidad de género y ha cambiado las urnas por las aulas para esforzarse en formar a las nuevas generaciones.
LA DEMOCRACIA MEXICANA NO ESTÁ PREPARADA, DICE
Accesible y con una amplia sonrisa, explica que la razón por la cual el hombre que hoy acepta que el apoyo que le dio le costó la presidencia nacional del PRD, es que la democracia mexicana no está preparada aún para un escenario así.
-El ex gobernador, su esposo, declaró recientemente que había cometido un error al impulsar su candidatura, ¿usted qué opina?
-“Él tiene razón en decir eso, porque México no estaba preparado para que una mujer, por un contrato, porque era convenio el de estar casados, el hecho de que fuera esposa de Sánchez Anaya no quiere decir que uno no tenga su propia trayectoria sin comparación alguna, no somos argentina, no somos Chile, Uruguay, países que han salido de golpes de estado, de dictaduras que han transitado a la democracia, en nuestro país hemos avanzado a la vida democrática, pero no lo suficiente”.
En 2004, los ojos de la política nacional estaban atentos a lo que ocurría en la contienda por la gubernatura de Tlaxcala y Maricarmen Ramírez fue la responsable de ello.
Desde 2003 la entonces senadora hablaba de su intención de buscar la gubernatura que dejaba su esposo, lo cual provocó una controversia dentro y fuera del Partido de la Revolución Democrática (PRD), que finalmente perdió la gubernatura para dar paso a la llegada del panismo, con Héctor Ortiz Ortiz, al Palacio de Gobierno.
En aquel entonces la esposa de otro mandatario, Martha Sahagún, coqueteaba con la idea de suceder a su esposo, Vicente Fox, intención a la que se oponía el Partido del sol azteca, que no vio con buenos ojos la intención de que uno de sus militantes “heredara” el cargo.
LA CRISIS EN EL PRD
Con un partido dividido que le negó primero la candidatura y postuló en su lugar al ex secretario de gobierno de su marido, Gelacio Montiel Fuentes, el perredismo tlaxcalteca sufrió una de sus más severas crisis, al grado de que apenas a tres meses de la elección los seguidores de Maricarmen Ramírez se enfrentaron a golpes a apenas unos metros del Instituto Electoral de Tlaxcala, con los simpatizantes del abanderado que pretendía registrarse y sin importar la presencia del entonces dirigente nacional, Leonel Godoy, quien no aceptaba la postulación de la senadora.
Al final, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación determinó que no había elementos legales que le impidieron a Maricarmen Ramírez entrar a la contienda y los argumentos de sus detractores por la falta de ética política no pudieron hacer nada para cerrarle el paso, pero los votos en las urnas la relegaron a un tercer lugar, que ella aceptó la misma noche de la elección del 11 de noviembre de 2004.
Aunque menos conocida, Maricarmen Ramírez protagonizó otra polémica en el año 2000 por el desarrollo de su carrera política, a partir de la llegada de su esposo a la gubernatura, ya que fue en ese año cuando fue postulada como abanderada a senadora por el PRD-PT-Convergencia-PSN-PAS, bajo acusaciones de favoritismo y dio pie a la primera ruptura de la alianza partidista que llevó a Sánchez Anaya al poder.
Con un grupo político que dista de aquel que encabezaba hace 8 años, para la ex senadora, la carrera política de su esposo sufrió un revés, pero ha logrado recuperarse y se mantiene firme dentro de las filas amarillas.
-¿A más de 8 años, cómo afectó esta decisión al grupo de Alfonso Sánchez y Maricarmen Ramìrez?
“Le afectó temporalmente porque hubo muchas críticas, muchos dimes y diretes pero es un hombre muy fuerte, hablando en cuestión de capacidad, muy sólido, fue una experiencia para él”.
Al final, una cosa es cierta, tanto Maricarmen Ramírez como Alfonso Sánchez Anaya se pelean la responsabilidad de perder la elección, ya que mientras el último señala que él salió derrotado, ella también reclama ese papel.
“Ya ves que dicen que no perdió el candidato, perdió el gobernante, eso está mal, porque a final de cuentas la que fue a la elección fui yo, porque el pueblo decide”, concluye.