En 1927, “cansado” del formato imagen real/animación, según dice el historiador de cine y escritor J.B. Kaufma a la BBC Mundo, Walt Disney sentó el precedente de la magia, traducida hoy en un imperio cinematográfico, con la creación de Oswald, el conejo de la suerte. Las cosas, sin embargo, no marcharon bien.
En 1927, “cansado” del formato imagen real/animación, según dice el historiador de cine y escritor J.B. Kaufma a la BBC Mundo, Walt Disney sentó el precedente de la magia, traducida hoy en un imperio cinematográfico, con la creación de Oswald, el conejo de la suerte. Las cosas, sin embargo, no marcharon bien.
“En sus inicios, Walt Disney creó varios cortos animados con un personaje exitoso llamado Oswald, el conejo de la suerte. Tras una batalla legal, la distribuidora (Universal Pictures) le arrebató al personaje”, cuenta Ernesto Sánchez Kramer, Gerente Senior de Marketing-Media Networks de The Walt Disney Company México, en entrevista con Crónica.
Con esa estocada, Walt Disney quedó, de acuerdo a Sánchez Kramer, “desmoralizado. Tuvo que comenzar de nuevo”. La historia se escribió entonces. Hoy hace 88 años, del ideario del hombre detrás de clásicos como Blancanieves y los siete enanos (1937), nacería un ratón destinado a una popularidad imperecedera, sorpresiva incluso para su creador.
“Junto con su socio, Ub Iwerks, desarrolló un nuevo personaje (un ratón) al que la esposa de Walt, Lillian, dio nombre: Mickey”, abunda Sánchez Kramer. El 18 de noviembre de 1928 celebró su primer cumpleaños trabajando para alcanzar la cumbre. Su debut, junto a su novia Minnie, se dio en el cortometraje en blanco y negroSteamboat Willie.
“Fue el primer corto animado con sonido sincronizado”, menciona el Gerente Senior de Marketing-Media Networks de The Walt Disney Company México de la importancia del material fílmico. El propio Disney dotó de voz y personalidad a Mickey en sus primeros años (1928-1947). “Siempre se sintió identificado con él”, explica Sánchez Kramer.
En la práctica el mayor problema de Mickey es, a decir del directivo, “cuando se pelea con su novia Minnie, pero afortunadamente siempre terminan contentándose. Sus cortos animados siempre están llenos de humor”. En la realidad, Mickey Mouse ha estado presente cuando más se necesita, como en una guerra mundial y una gran depresión.
Su humor siempre presente lo ha transformado en, con su bondad y optimismo, un ícono de la generosidad y de la amabilidad. “Es lo que hace que sea tan vigente el día de hoy, aunque hayan pasado tantos años desde que fue creado”, expresa Sánchez Kramer.
Mickey Mouse ha protagonizado 120 cortometrajes de dibujos animados, pero fue en su participación como el aprendiz de mago, en Fantasía (1940), donde, acepta el ejecutivo, se consolidó. Ya entonces contaba con sus característicos guantes blancos, clocados más que por moda, por una necesidad técnica en pantalla.
“En sus primeros años de animación, cuando Mickey no usaba guantes blancos, existía el problema de que las manos negras se perdían cuando pasaban por encima de su cuerpo negro. Como son un elemento muy importante de expresividad del personaje, le pusieron guantes blancos para que siempre fueran visibles”, explica.
Hoy, al celebrar 88 años de existencia, Mickey Mouse está listo para el futuro, acompañado de sus amigos: Minnie, Pluto, Donald, Daisy y Tribilín.
“Todos los personajes son relevantes para Disney porque son parte de la familia y a través de ellos se cuentan las historias más maravillosas que nos permiten soñar. Son universales y como dijo Walt Disney, son para todos: ‘Yo no cuento historias para niños, sino para el niño que todos llevamos dentro’”, finaliza Sánchez Kramer.