Un total descontento se ha generado al interior del Partido Revolucionario Institucional (PRI), por la designación del nuevo dirigente José Luis González.
Nada le debemos a Mariano
Un total descontento se ha generado al interior del Partido Revolucionario Institucional (PRI), por la designación del nuevo dirigente José Luis González, pues ya trae indicaciones para poner a los candidatos afines al gobernador Mariano González Zarur, a quienes les apostará todo para que ganen la elección del próximo seis de julio.
Y es de todos sabido que el nuevo presidente no llega tan legitimado, al carecer de la simpatía de los sectores que conforman el tricolor.
Dirigentes de agrupaciones dicen que hay cerrazón por parte del gobernador, quien va a imponer a través de José Luis González a sus incondicionales.
Aunque diga que no, todos saben que el nuevo dirigente es una imposición de Mariano González y que a través de él controlará al partido.
En su propio partido ya nadie quiere a quienes huelen a Mariano González, debido a su estilo tan autoritario de gobernar y ahora también pretende entrometerse en la designación de candidatos.
De hecho, algunos creen que la llegada de candidatos afines podría restarles votos por la mala imagen del mandatario.
A decir de los propios priistas, no es conveniente poner candidatos allegados a Mariano toda vez que está peleado con todos los sectores de la población, incluso con quienes formaban parte de su grupo.
Resulta que se enfrentó con el presidente saliente Arnulfo Arévalo, y contrario a lo que pretenden hacer creer sobre su fortalecimiento con la llegada de los delegados Anabel Ávalos Zempoalteca, a dependencias federales a Tlaxcala, porque son políticos que se identifican con Mariano, estos no llegaron por su recomendación, cada uno buscó el apoyo a nivel nacional, por lo que no le deben nada al gobernador incluso cada uno ha dejado en claro que mantendrán una relación institucional.
Pese al distanciamiento con Mariano, queda claro que si beneficiará al PRI, pues los delegados trabajarán para fortalecer las estructuras del tricolor y así poder revertir en parte el descontento social que ha generado el gobernante tlaxcalteca.