De pronto, la vocera de Lorena Cuéllar Cisneros, candidata al senado de la República por la izquierda aparece en escena y pierde el piso. Pero no porque se le suban los humos y ya sienta que la tierra no la merece. O sea una diva. ¡No!
Es la tarde del domingo el centro comercial Soriana, en Ocotlán está abarrotado pese a que no es quincena, las cajas están saturadas, ahí la clientela espera.
En los pasillos los conocidos se saludan, el lugar se convierte en centro de convivencia, en la zona de comidas no hay espacio.
De pronto, la vocera de Lorena Cuéllar Cisneros, candidata al senado de la República por la izquierda aparece en escena y pierde el piso.
Pero no porque se le suban los humos y ya sienta que la tierra no la merece. O sea una diva.
¡No!
Si no que de pronto sufre un resbalón y cae de rodillas al piso. El teléfono celular de su hija vuela por los aires.
En ese momento, Marcela González recibe la ayuda de un solicito caballero, quien le presta su brazo y es impulsada para levantarse.
Todo queda en un momento bochornoso, y rauda y veloz no pierde la compostura y se retira del lugar, no sin antes agradecer al hombre fuerte y caballeroso su ayuda.
Marcela González apresura el paso y recupera de inmediato el porte de la dama que la caracteriza.