Se dice que la que está inconsolable con los resultados de la elección es la senadora priperredista Lorena Cuéllar Cisneros, porque sus predicciones no le resultaron y su aspiración de llegar a la gubernatura se pone color de hormiga.
Por más esfuerzo que hizo con sus aliados en los Distritos II y III para que ganaran sus gallos Santiago Sesín y Tomás Orea, ambos fueron desplazados.
Así despierta a su realidad, al conocer los resultados que posicionan en cuarta posición al partido por el cual pretende buscar la candidatura a la gubernatura y peor aún, porque al interior del partido ha externado su rechazo a ir en alianza para las elecciones venideras.
Sus allegados, con quienes ha tenido una serie de conflictos y han optado en dejarla sola, dicen que la senadora carece de palabra, que promete, pero nunca cumple, maneja un doble lenguaje y sólo utiliza a la gente.
Incluso al interior de su núcleo familiar ya la conocen y son ellos los primeros en negarle su apoyo, comentan quienes estuvieron muy cerca en la campaña a la senaduría y que hoy decidieron separarse del grupo por la actitud asumida en contra de quienes la ayudaron y hoy los desconoce.
Dicen, "nosotros la vimos operando, buscando a los líderes para que apoyaran a Sesín y a Tomás, incluso la vimos en los medios levantándoles la mano, pero las cosas no le salieron, pensó que ganando las diputaciones tenía la candidatura en la bolsa, y todo salió para aterrizarla en su realidad".
Con estos resultados, seguirá pensando que el PRD podrá ganar solo la elección del 2016.
Al tiempo.