Después de una desaseada elección cuyos resultados fueron inclinados para favorecer al PRI, que ha dado oxigeno a Mariano tras la serie de observaciones a los que ha sido sujeto su gobierno, por la mala aplicación del presupuesto federal, no es de extrañarse que el ofrecimiento de trabajo a la hija del gobernador Mariana González, como delegada de la Sedesol, sea el anuncio de la intervención del gobierno federal para mandar el mensaje a los tribunales,  de no equivocarse en los dictámenes que el 10 de septiembre en definitiva deberán resolver, sobre las impugnaciones a los resultados de la elección a gobernador del pasado 5 de junio. 

Y desde luego todo ha sido maquinado desde los gobiernos estatal y federal para que le den el triunfo a uno de los nuevos alumnos de Mariano González, quien eternamente le deberá el favor de haberle comprado del cargo de gobernador. 

Como vieron que la habilidad de  Mariano ha permeado en la Federación para mantener el triunfo de Marco Mena, todo indica que el resolutivo será amañadamente favorable a Mena.

Lo verdaderamente preocupante, es lo que ya se maquina entre los nuevos pupilos de Mariano, como son Ricardo Portilla, quien también se la debe a Mariano, y sin duda hará lo que su "maistro" le pida, en el mismo caso de Marco Mena, la Hija Mariana, como los principales, actores que hoy con instrucciones del aun gobernador, están cargando las pilas e instrumentando todo, para que el próximo candidato a gobernador, sea ni más ni menos que su hijo, Mariano González Aguirre, quien con todo el dinero de los impuestos de los tlaxcaltecas compró el triunfo, según denunciaron en su momento, sus detractores y pudiera ser que así haya sido. 

La bella Tlaxcala, gobernada por el junior, quien desconoce y carece de visión sobre los problemas de inseguridad, pobreza, salud, empleo, renglones que fueron severamente lastimados por su padre.

Al tiempo.