Trascendió que el PRI en el Congreso pensó que fortaleciendo a algunos de los partidos chicos al inicio de la legislatura, estos siempre le iban a ser fieles, pero parece que el tiempo les muestra lo contrario.
Apenas a casi un año de iniciada la LXI Legislatura del Congreso local la fracción del PRI ha empezado a ver la realidad de un partido en el Gobierno que viene a menos; y es que tras ver que la aprobación de cuentas de su jefe en Palacio de Gobierno, no es en modo alguno segura, pese a que se suponía que tenían el respaldo de una docena de diputados de otros partidos leales a la causa priista, aunque cuidando las apariencias; la realidad muestra que no es así y en la última sesión para aprobar cuentas públicas, nada más no pueden sacarlas adelante.
¿Qué pasó?, ¿dónde quedaron los acuerdos amañados de Marco Mena?, ¿Dónde quedó la aplanadora y el mayoriteo priista?
El asunto es que sus aliados pequeños se fortalecieron en las comisiones que ostentan previa negociación de enero de este año con los priistas, ganaron algunos privilegios, y depende de la Comisión que les tocó aprovechan los privilegios que esta les otorga, y el precio que tenían que pagar sólo es levantar la mano cuando así lo requiera Marco Mena, facilito.
Pero llegó la hora de levantar esa mano lo más alto posible, sin embargo no se levanta, qué pasó, seguramente se pregunta la fracción del PRI, cuyos diputados se mostraron desencajados durante la parte de la última sesión para aprobar cuentas que se llevó a cabo, esto porque pretenden ni más ni menos que aprobar cuentas de su patrón excesivamente irregulares.
Sin embargo, quizá se les olvidó a los priistas que los escenarios políticos cambian, y que ahora los partidos le empiezan a amarrar las manos a sus diputados.
Y tras esto se pudo ver a Marco Mena buscando acuerdos con la fracción que se dejara, pero al parecer ninguna se dejó.
Y en este sentido, trascendió que más de uno de los diputados del PAN y del PRD principalmente se regodeaban en ver la desesperación de los diputados priistas, y sobre todo de Marco Mena, y más de uno le diría ya ves, quisiste puras negociaciones fáciles, y ahora donde están tus negociaciones.
Y hoy, esos diputados de los partidos de la chiquillada, y otros pertenecientes al PRD, se revelan al PRI, y lo dejan a su suerte.
Por ahora sólo resta al PRI si quiere pasar las cuentas públicas de su jefe con todo y el cúmulo de irregularidades, excesos y desvíos que presente, negociar con los diputados que lo permitan, por no decir que se vendan, para aprobar dichas cuentas del Ejecutivo, principalmente.
Pero el principal enemigo de los priistas es el tiempo, y cada hora puede ser fatal para ellos; y sin contar que esta situación pudiera ser sólo una probada de lo que en adelante se le viene al PRI y al gobierno que encabeza su jefe.