El diputado Alberto Amaro Corona sostuvo que en Tlaxcala existen al menos 128 plantas de tratamiento para tratar las aguas que se vierten al afluente, sin embargo, no funciona ni el 50%
La complacencia de las autoridades en todos los niveles ha provocado el rápido deterioro del Río Atoyac-Zahuapan que pone en riesgo la salud de por lo menos 150 mil personas que viven en las inmediaciones, tan sólo en la parte de Tlaxcala .
Para ejemplificar la dimensión del problema y la falta de acción de la autoridad, el diputado Alberto Amaro Corona sostuvo que en Tlaxcala existen al menos 128 plantas de tratamiento para tratar las aguas que se vierten al afluente, sin embargo, no funciona ni el 50% y los desechos se vierten de manera directa.
Sin ir tan lejos, el legislador de extracción perredista sostuvo que en su natal Papalotla no existe ninguna planta de tratamiento para tratar el agua que llega al cuerpo de agua.
Para mostrar la dimensión del problema, esta mañana realizó un recorrido por algunas áreas de la zona sur y adelantó que esta semana presentará una iniciativa para crear consejos ciudadanos que tengan una participación en solucionar este problema, en virtud de que las autoridades ha sido omisas y los ciudadanos también deben tomar un papel activo en la solución de un problema que representa un serio problema y compromete el futuro de las próximas generaciones.