Muchos mexicanos se hacen pasar por migrantes para pedir dinero a la gente, lo cual causa molestia entre la ciudadanía, por lo que hace un llamado a no dar apoyo económico a esas personas.

En entrevista, el responsable  de la Casa del Migrante "La Sagrada Familia" ubicada en Apizaco, Elías Dávila Espinoza,  lamentó que sean los mexicanos, quienes aprovechando la situación de migración de los centroamericanos, provoquen que a quienes verdaderamente necesiten la solidaridad de la gente se les niegue.

Reconoció que a la gente no le gusta que estén en las plazas o esquinas pidiendo dinero.

"Incluso se meten a la Basílica de la Misericordia a la hora de misa y piden dinero, muchos de ellos son adictos a alcohol o drogas, por eso pido que no se les dé dinero, hice campaña en una iglesia para que tengamos cuidado en a quien se les apoya".

Insistió en que está en contra de que les den dinero a los que son mexicanos y "andan charoleando, algunos ya son clientes y están en los mismos lugares".

Refirió que inició una campaña en favor de migrantes que se llama "Pensemos sin prejuicios y actuemos con hospitalidad, porque Tlaxcala es hospitalaria por tradición y sabemos que la gente sí tiene esa sensibilidad para ser solidario con quienes están de paso.

Elías Dávila señaló que como parte de su trabajo dará el servicio de capacitación a policías municipales de Apizaco, Tocatlán, Xaloztoc y Muñoz, para que sepan cómo atender a migrantes, "porque ningún migrante es delincuente". Para lo cual ya busca el acercamiento con las autoridades para que analicen la situación de los migrantes, "porque los oficiales no los pueden detener sólo por ser migrantes, salvo que hayan cometido u delito".

Dijo que trabajará en coordinación con la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), para mejorar la atención que den los servidores públicos a las personas que están en condición de migración durante su paso por Tlaxcala.

Indicó que en materia de salud, las autoridades locales sí se les da apoyo médico, "la política del estado es que todo ser humano tiene derecho a los servicios médicos, hay personal nuevo que no sabe esto, pero sí se les atiende, algunos tienen enfermedades crónico de generativas , pero hay coordinación con las autoridades de salud para atenderlos.

Consideró que lo que más afecta a los migrantes son los muros que colocó Ferrosur en las vías del tren que pasan por Apizaco, "me ha tocado ver de una manera cercana, he visto cómo al bajar los migrantes se han lastimado, lo cual convierte a Tlaxcala en un paso delicado para quienes viajan en el tren". Añadió que los lugares de donde proceden los indocumentados son: Honduras principalmente, después Guatemala, El Salvador y algunos de Nicaragua.

Dávila Espinoza mencionó que los migrantes siguen saliendo de su país de origen porque hay violencia, inseguridad y lo que ellos buscan es una mejor vida para su familia, pero las rutas que están siguiendo son difíciles, Apizaco para muchos es punto de referencia, porque ya ubican esta casa, algunos, aunque vienen por otros medios, aquí se encuentran para continuar su viaje".

Refirió que en cuanto a la casa del Migrante, ha bajado la afluencia de indocumentados a la casa "La Sagrada Familia", pues de enero a la fecha han atendido sólo a unos dos mil, lo cual se debe a que ya toman otras rutas para no poner en mayores riesgos su vida.

También comentó que derivado del sismo del pasado 19 de septiembre, ha bajado mucho la ayuda, "es entendible que todos ayudemos a los damnificados, pero espero que el gobierno se ponga las pilas una vez pasada la contingencia y apoye a los migrantes que son damnificados

permanentes".

La necesidades, de la casa del migrante, dijo, son muchas, principalmente alimento y se requiere la manutención para pagar los servicios, así como frijol, azúcar, aceite, ayuda económica, "se necesita mucho, pues aunque la casa es de la diócesis, la manutención es civil y la comunidad mantiene la casa".

El padre Elías, como es conocido en la casa, consideró que aún no hay fobia hacia los migrantes en la entidad, y pidió a la gente considerarlos "nuestros hermanos, no hay que olvidar que en de Tlaxcala hay muchos migrantes en Estados Unidos, muchos de ellos en situación irregular, todos tenemos conocidos o parientes y así como queremos que los traten bien, pues también hay que tratarlos bien, uno también puede ser sujeto de migración".

Añadió que actualmente están haciendo un estudio en la Casa del migrante, para saber donde se quedan las mujeres, pues de cien hombres sólo pasan diez mujeres la frontera y el resto no se sabe dónde están.

Indicó que de dos mil migrantes sólo 20 o 30 son mujeres, "por eso la pregunta es las mujeres que entran dónde se quedan".

 Finalmente mencionó que la migración no es un delito y "veamos al migrante como el hermano que nos necesita y que siga su camino, no olvidar que tenemos a un pariente en el extranjero y tal vez un día lo necesitemos, trátenlos como quisiéramos que nos traten".