La información que está trascendiendo alrededor de la aparición en una barranca del cuerpo sin vida del ex funcionario del gobierno orticista, Andrés Hernández Ramírez se suma a otros hechos violentos como el del funcionario de Conagua quien fue baleado hace unos días; así como a otros asesinatos, secuestros, aumento de focos rojos delincuenciales en varias comunidades y colonias registrados por toda la entidad, que no constatan, sino que  en Tlaxcala está pasando algo muy grave.

Ha trascendido que los grupos de la delincuencia organizada que operan en los estados vecinos de Puebla, Hidalgo y el Distrito federal estarían operando en la entidad desde hace ya algún tiempo; aunque el gobierno del estado lo ha negado; pero ya no es posible tapar el sol con un dedo, los secuestros, asesinatos, robos a bancos, extorsiones, etc, etc, etc, allí están, y seguir minimizarlo esto resulta una necedad.

Tlaxcala estado seguro, cada vez se aleja más de la realidad tlaxcalteca, y resulta necesario que el gobierno del estado haga algo urgentemente para no permitir que este cáncer siga creciendo, o el daño para la entidad va a ser prácticamente irreparable, y si no pregúntenle a los michoacanos, a los guerrerenses, o a los habitantes del Estado de México, o a todas esas entidades que han sido rebasadas por la delincuencia organizada.