Siendo ajena de la política, de los candidatos y de toda esa locura que se desata cada que hay elecciones, no pensé encontrarme jamás con alguien que se ganara primero mi atención y luego mi confianza, como sucedió con la aspirante a diputada por el noveno distrito, Patsy Amaro.

El partido no me importa. No los identifico ni por sus colores ni por sus siglas; nunca me han importado. Lo que para mí de verdad tiene mucho valor es la persona y de ella, su trayectoria, su humildad, su honradez y capacidad para enfrentar los retos, para hallar la forma de dar respuesta a los demás, su voluntad por servir.

Hombres y mujeres con estas características hay muy pocas, por eso una ya no las espera, ni pretende encontrárseles en los partidos políticos en las campañas electorales pues en ahí siempre es lo mismo, siempre son los mismos… salvo raras, muy contadas excepciones.

Y lo digo porque como ciudadana, sin filiación partidista ni simpatía por las candidaturas, a estas alturas me he encontrado con una agradable sorpresa en la persona de esta mujer toda simpatía pero principalmente, llena de proyectos realizables, de propuestas reales y concretas, de formas para cumplir los anhelos propios y de los demás.

Hablar con Patsy Amaro es encontrarse con la energía, el valor y el convencimiento de que todo se puede lograr si se tiene la voluntad para alcanzarlo. Y para demostrarlo hace gala de sus experiencias en el apoyo a personas de escasos recursos, a familias con alguna necesidad en materia de salud o legal, en el estar atenta a lo que otros puedan necesitar y dar sin esperar nada a cambio “quienes ayudan a los demás esperando reconocimientos, aplausos o agradecimientos viven frustrados”, dice segura.

Sus proyectos no son de humo, no son sólo buenas intenciones, no van adornados con las frases cursis y palabras demagógicas de los políticos, sino que están llenos de verdad, son producto de comprender a la gente, de convivir con ella, de ponerse en sus zapatos y de entender su situación y momentos.

Mujeres como ella deben estar en el poder y deben tener la oportunidad de utilizarlo para servir, para atender a la mayor cantidad de personas que la necesitan, para abrir las posibilidades sin anteponer pretextos… mujeres como ella, sin partidos ni compromisos con las mafias políticas, sin mayores ambiciones que hacer realidad los anhelos de la gente, deben ocupar un lugar en el congreso en donde además de legislar, podrá tener la oportunidad de gestionar; eso vale mucho, eso es lo que en realidad requiere la gente.

Patsy Amaro merece ser escuchada por los electores, merece un poco de tu atención y tu tiempo, merece triunfar este 5 de junio pero para que ello ocurra, para tener a una mujer valiosa y valerosa en el congreso, debemos votar por ella, y lo digo sin apasionamientos, sin siquiera tener la intención de que sepa lo que de ella pienso, sin tener la intención de saludarle otra vez.

Hablando de las candidatas a diputadas para el noveno distrito, de las mujeres de Chiautempan, creo, debemos detenernos en Patsy Amaro, del PAC, si no me equivoco, darle nuestra confianza, brindarle la oportunidad de demostrar que todo se puede si se quiere y esperar mucho de ella, pues estoy segura, no nos va a fallar.