APUNTES

Claudio Cirio Romero

Amistad

Ahora que Facebook denomina “amigos” a las personas que se contactan entre sí mediante esa “comunidad virtual” o que los “followers” en twiter utilizan ese microblogin entre otras cosas para realizar manifestaciones de amistad como felicitarse mutuamente por el día de su cumpleaños, nos parece que vale la pena en un 14 de febrero reflexionar al respecto.

Y lo primero que se me viene a la mente, es que Octavio Paz en su famoso ensayo de La llama doble, dice que la amistad como el amor es un ave rara que difícilmente cruza nuestros cielos.  Supongo que porque se han trivializado tanto estos conceptos que ahora a cualquier relación entre dos personas se le llama amistad (o amor) y los más reacios a ello por mucho se preguntan o piensan que puede haber “amigos”, así entre comillas y amigos de verdad.  Así, como si pudiera haber una amistad falsa y una verdadera.

En todo caso pienso para mí en estos momentos que lo que comúnmente vemos son manifestaciones fugaces de amistad, y sin apresurarme pienso que esa amistad tiene mucho que ver con ayudarse.  Así me desprendo convenencieramente del concepto y me voy a la práctica.  ¿Cómo puedo decir que soy amigo de otra persona si cuando me necesita no respondo?

Incluso porqué me atrevo a molestar a un amigo con mis problemas.  Se supone que porque tengo confianza en él y creo que puede ayudarme.  Uno que realmente practique la amistad tendría que sentirse mal cuando deliberadamente no ayuda, viendo que el otro está en problemas.

Pero entonces el afecto personal, puro y desinteresado, del que nos habla la definición de amistad de la real academia de la lengua española como que se vuelve pura retórica.  Y es aquí donde la ética entendida como ese ponernos de acuerdo con nosotros mismos, parece dar rumbo a una auténtica práctica, más que conceptualización de la amistad.

Porque moralmente, es decir ese elegir entre el bien y el mal (simplificando aunque esto pueda orientar al error), la amistad significa fundamentalmente respetar la libertad del otro.  Su dominio o control tiene más bien que ver con las diversas formas de amor, que sí buscan de algún modo limitar esa libertad.

Como al amor, a la amistad se le han escrito muchos poemas y canciones.  El simplismo siempre ha querido darle un grado menor a esta respecto a aquel.  Como si amar fuera más valioso que ser amigo o demostrar amistad.

Los lugares comunes al respecto son tantos que no es difícil escucharlos todos los días.  Frases como esa de que “un verdadero amigo te habla con la verdad” no dan cabida a las llamadas “mentiras piadosas”, que son las que realmente se practican.  O “amigo es el que está siempre contigo en las buenas y en las malas”, pero lo curioso es que cuando a uno le va bien le aparecen muchos amigos y cuando le va mal, le manda uno mensajes de cel por ejemplo a los amigos y estos nunca contestan.  Hasta dichos, como ese de que “el perro es el mejor amigo del hombre” se contraponen a frases más comunes, como ese reclamo de “me tratas como un perro”.

Muchas veces me han llegado invitaciones de conocidos y desconocidos de que quieren ser mis amigos en facebook, en sónico o en otras “redes sociales” y entonces me pregunto si con los primeros necesito confirmarles mi amistad de esa manera y con los segundos darme la posibilidad de conocer y tener más amigos, como si la cantidad fuera algo importante.

La verdad es que prefiero tener comportamientos amistosos, como de solidaridad o fraternidad que tener amigos y que me disculpen todos aquellos que me brindan sinceramente su amistad y no los considere estrictamente como amigos.  Aunque claro que tengo amigos y creo que una buena cantidad y no necesito ningún 14 de febrero para demostrarmelo.

 Nota al margen. Quiero enviar un abrazo sincero a mi amigo Pedro Pardo por su premio en el World Press Photo 2011 como lo informó El Universal el viernes pasado (www.eluniversal.com.mx/notas/829255.html), ejemplo de los buenos fotógrafos que han estado por Tlaxcala.

ccirior@yahoo.com.mx  Twitter: @ccirior