Dicotomía. Luz y sombra. Blanco y Negro. Mujer: madre abnegada y a la vez represora; hija que a tientas busca su camino en la vida en un mundo opresivo. Machismo lacerante que marca el destino femenino.

Lilith vs Eva es una pieza teatral que en fulgurante recorrido esboza apenas los traumas que someten a la mujer. Cuatro jóvenes actrices Nayeli Barrera, Claudia Anaya, Legna Muñoz y Andrea Xochipa viven, sufren y exigen respeto a su condición femenina. El espectador es llevado de la mano por ellas en un vistazo a su cotidianeidad, su vida diaria: la niñez, la adolescencia, la mujer madura y casada, la profesionista. Todo el derrotero de una vida tan individual como ellas mismas… pero tan parecida a la de todas. En ese caminar señalan, acusan a un mundo dominado por el varón, quien dicta las reglas, las normas a las que deben someterse.

A partir de una idea de Lorena Illoldi, la compañía Teatrubu, dirigida por José Luis Castilla, retoma la corriente feminista que se esparce a pasos agigantados en el orbe, para mostrar las llagas, las heridas y las cicatrices que el machismo ha impuesto a la condición femenina, en esa ansia por derrumbar su vigencia.

60 minutos intensos, donde se escuchan poemas de Silvia Plath, Mario Benedetti y Elías Nandino, sirven para bosquejar la complejidad del tema, en un pequeño escenario de 5x4 metros y simbólica escenografía, con el público prácticamente sobre ellas.

El trabajo recae con todo su peso en esas cuatro mujeres que se encienden en el escenario, bajo discretas luces, para llamar la atención hacia ellas, hacia todas. Exigen un lugar en el mundo, respeto a su condición. No concesiones, no indulgencias… no. Sólo el acatamiento universal a su derecho de ser como son: tan humanas como todas y como todos.

Lilith vs Eva, un trabajo actoral digno de verse en una Tlaxcala tan anémica de expresiones teatrales ambiciosas y con calidad.