Fernando Díaz de los Ángeles

“Si vas a derribar muros, empieza por los que cubren tu mente” Anónimo.

Hay dos fechas en la historia de Alemania y del mundo que no pueden pasar desapercibidas y que ambas están vinculadas, y constituyen una referencia del estado que guarda nuestra historia hasta el momento. La primera de ellas,  es el 13 de agosto de 1961 día en el cual se anuncio la construcción del muro de Berlín, el cual no sólo  dividió Alemania físicamente sino que  ideológicamente provoco la segmentación del mundo entre capitalistas y comunistas,  encabezados por los Estados unidos y la extinta URSS respectivamente, y con ello inicio  la denominada  guerra fría que se caracterizó por una tensión global ante una posible guerra nuclear.

La segunda fecha  sucedió 28  años y 88 días después de la edificación “Del Muro de la vergüenza”  -9 de noviembre de 1989-  día que  cayó ese muro,  y   la guerra fría concluía,  lo cual significaba el triunfo del capitalismo sobre el comunismo,  físicamente Alemania se reunificaba, y alcanzaba después de décadas difíciles estabilidad social, después de ser  azotada por innumerables momentos caóticos.

Diversos  momentos  históricos  del pueblo Alemán, han influido y han estado ligados  en el desarrollo  histórico del mundo, como son las dos guerras mundiales, la guerra fría, la caída del muro de Berlín, este último constituye el momento de la supremacía de un modo de producción que ha definido la economía mundial en los últimos, y sus secuelas aún siguen presentes en los países que surgieron a raíz de la división de la URSS, y de una mermada Cuba que se resiste caer en el capitalismo.

La reunificación de Alemania, ha provocado más de dos décadas de estabilidad social y de una de las mejores economías de Europa, y un país que quiere olvidarse de sus décadas difíciles desde los inicios del siglo XX hasta los acontecimientos marcados por los hechos despiadados e inhumanos de Hitler.

24 años   han transcurrido  de la caída del muro de Berlín, y de la reunificación de Alemania, sin embargo aún faltan muros que tirar y cosas que reunificar, y no hago referencia a muros que  están edificados de cemento y ladrillo, sino los mentales,  que provocan la discriminación, el abuso de los países desarrollados hacia los países en vías de desarrollo, los que  ocasionan que un gobierno sea incapaz de brindar eficacia hacia sus conciudadanos, pero si es capaz  aumentar  los impuestos, y pretenda la regresión hacia  un centralismo fútil.

Reunificar a la sociedad  es una tarea pendiente.