*Isidro Sánchez Piedra

Nuevo presidente en la SCJN

En la Suprema Corte de Justicia de la Nación recién han elegido al Ministro Luis María Aguilar Morales, como presidente, quien estará en el cargo cuatro años, y el pueblo de México tiene una vez más la esperanza de que a través de esta institución suprema la JUSTICIA sea efectiva y los Derechos Humanos sean una realidad, nada fácil ante un sistema político mexicano omiso y excesivo en sus funciones; pero ante todo la responsabilidad de este tribunal es logra un sistema de justicia eficiente, imparcial y apegado a derecho, siempre defendiendo su autonomía como garante de respeto a los derechos humanos de las y los mexicanos.

Cabe señalar, que luego de tomar protesta del cargo, Aguilar Morales, de 65 años de edad, hizo sus primeros compromisos al frente del Poder Judicial Federal. “Especialmente quiero dirigirme a la ciudadanía, a nuestra sociedad, hacerle saber la reiteración de que este órgano supremo de la nación tiene como objetivo principal, como propósito continuo el respeto de los derechos humanos, evitar la arbitrariedad de cualquier autoridad a sus personas y a sus derechos.”

También, agradeció el apoyo de los ministros que votaron por él y la participación de Arturo Zaldívar Lelo de Larrea en la carrera por ocupar la presidencia de la Corte.

“Agradezco muy especialmente y reconozco la participación de quienes estuvimos como aspirantes a este honorable cargo, especialmente al ministro Arturo Zaldívar, con el cual les consta, hubo una competencia final muy cerrada, y les agradezco a todos ustedes su presencia y su apoyo en este momento”, destacó Aguilar.

El amparo debiera ser el instrumento garante de protección para el ciudadano ante actos de autoridad, sin embargo al tratar de ejercerlo este no es gratuito, por lo mismo, el ciudadano pobre por no tener dinero para pagar no tienen acceso a la justicia, ante los servicios costosos de la abogacía particular se debe reforzar el sistema de la defensoría de oficio quienes obligadamente tendrán que ser facilitadores del acceso a la justicia mediante el amparo, y así lograr que los sectores vulnerables y en extrema pobreza dejen de estar en el completo estado de indefensión; también se debe concretar el sistema de presentación de amparos vía electrónica, vía telegráfica y/o telefónica, y la existencia de los juzgados itinerantes que podrán llegar a todos los lugares del país aun encontrándose lejos de la civilización, practica que facilitara el acceso a la justicia y la hará menos costosa; otra responsabilidad es hacer valer la reforma constitucional en materia de derechos humanos del 10 de junio de 2011, en la que cambio la denominación de garantías individuales por derechos humanos fundamentales y estableció que todas las autoridades de los tres poderes del Estado están obligadas a respetar y hacer efectivos estos derechos fundamentales y los contenidos en los tratados internacionales de los que el estado mexicano sea parte. El compromiso del poder judicial respecto a esta reforma es velar porque los derechos humanos sean respetados o inclusive tratándose de leyes que violentan derechos humanos mismas que deberán ser inaplicadas o si es necesario declarar su inconstitucionalidad, o inconvencionalidad, siempre velando por el principio pro persona (pro homine) y dejar de alegar que si se aplicara así, se contravendría al sistema jurídico nacional, y por el contrario recomendar al Congreso de la Unión y a los congresos de los estados hacer las reformas pertinentes para que este principio prevalezca, adaptando el sistema jurídico a una aplicación efectiva de los derechos fundamentales, constitucionales y convencionales.

También es muy importante considerar el acceso libre de nuevos valores para el servicio social, practicas judiciales, y nuevas plazas, pues hasta hoy sabemos de oídas que quienes ocupan estos lugares son los familiares, amigos y recomendados de los ministros, cerrando el paso a profesionistas que no tienen el privilegio de ser afines a los que dirigen este supremo tribunal, mismos que también merecen una oportunidad.

*Defensor de Derechos Humanos