Silvia Avelina Nava Nava

Pérdidas

“¿Quien mató al Comendador?

Fuente ovejuna…Señor”

Nacional. El medio ambiente que rodea la vida de la sociedad nacional,  se ha tornado denso y azaroso. Tres eventos, sacuden singularmente a esta sociedad  y le ubican en un ambiente de zozobra.

Libertad de expresión amenazada. Por muy optimista u ecuánime que se pretenda ser, el suceso violento que arrebató la vida al fotógrafo reportero corresponsal en el Estado de Veracruz, de Revista Proceso y Cuarto Oscuro Rubén Espinosa,  cuyo cadáver de acuerdo con las notas de medios oficiales, fue localizado junto con el de otras víctimas del sexo femenino,  nos habla de una evidencia insoslayable; el  creciente riesgo de la intolerancia para el ejercicio de la profesión del periodismo y el hostigamiento hacia la libertad de expresión.  En el termómetro, primero los periodistas por su función de informar con veracidad y en segundo lugar los ciudadanos por su función de exigir, denunciar y demandar.

Exclaman los trabajadores de los medios de comunicación: sin periodistas no hay periodismo; sin periodismo…(se erosiona nuestra  democracia adolescente ). 

Las declaraciones del actual titular del gobierno del Distrito Federal Miguel Angel Mancera, lugar donde se ejecutó el delito calificado como multihomicidio, el cual ha expresado “que no haya impunidad cuando se cometa un crimen como este” , comete obviedad al no reconocer, que no debe existir impunidad, ni en este ni en la ejecución de ningún delito.

Sube y baja. Y mientras la cotización del dólar estadounidense sube y sube, las aspiraciones de la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas mexicanas para un mejor ingreso y bienestar, bajan y bajan.

Tlaxcala. La confusión de roles es la constante en esta época. Hago esta alusión porque de repente, pareciere que vivimos en  el desgobierno, el que cuida, no cuida, el que trabaja, enmaraña para quién trabaja y el  que opina y vota,  ya ni sabe para qué o para quien…

El fin de la semana anterior, amanecimos con la grave noticia de que una Capilla del siglo XIX, fue derrumbada en el Barrio de El  Cristo, en la población de San Pablo del Monte, municipio de Vicente Guerrero. El revuelo se armó, las investigaciones están en pleno y el asombro ante tanta barbarie nos inundó. ¿Que pasó, cómo pudo ser cometido tal agravio en detrimento del patrimonio artístico y cultural de la humanidad?  ¿Cómo pudo ser derrumbada esta construcción, ante la ceguera de quienes  habitan viviendas aledañas, y casi frente al domicilio particular de autoridades municipales?  Increíbles…Las declaraciones posteriores  de autoridades estatales y delegados federales que castigarán con todo el peso de la ley a quienes cometieron este delito del orden federal.

Irónico, el silencio que inunda y protege. Mediante conversaciones anónimas con lugareños se sabe que en días anteriores  vecinos ( mayordomos ),  vinculados con el templo ( ahora prófugos), al día siguiente del derrumbe circulaban borrachos, mostrando en sus celulares  fotografías testimoniales de “su valor”. En la superficie que ocupaba el templo, ahora vacía y rodeada por una cinta amarilla, queda el hueco de nuestra incoherencia como sociedad, resguardada por una patrulla de la policía municipal.

Al respecto, deseo retomar y compartir el fragmento de la obra del escritor español, Lope de Vega “Fuente Ovejuna”, la cual abunda sobre el tema del conjuro, consentimiento y complicidad acerca de un hecho que encubre barbarie e ilegalidad, cito: Donde el verdadero protagonista es el pueblo anónimo, colectivo, los personajes…Perfectamente retratados que con unas cuantas pinceladas, se diluyen llegado el momento culminante de la tragedia. Todos somos  Fuente Ovejuna, todos somos responsables directos o indirectos por  indolencia, indiferencia, comodidad, permisividad, complicidad y complacencia ante los excesos y  la impunidad.