Fernando Díaz de los Ángeles

Después de 12 años un presidente de huestes  priistas,  presenta su informe de gobierno, en un formato distinto y escenario distinto,  sin duda atrás  han quedado los  peroratas de los mandatarios, que eran alabados y aplaudidos hasta en los peores momentos.
La pesadumbre no deja de azotar al presidente, se ha vuelto su fiel compañera, pues desde que era gobernador tras la muerte de su primera esposa fue el hecho que marco el  albor de los momentos más difíciles de Enrique Peña Nieto, después vino el caso de Paulina, la FIL, su participación en la Ibero y el surgimiento del movimiento “Yo soy 132”, su toma de protesta en medio de un caos –como han sido su gobierno- como también ocurre nueve meses después en  su primer informe de gobierno, y para su mala fortuna no se asoman tiempos mejores.
Caótico fue el día que en  Enrique Peña Nieto asumió el gobierno,  sus pifias  han dado pauta  a severas críticas durante sus primeros  meses como titular  del ejecutivo,  las liberaciones sospechosas e inciertas como las de Raúl Salinas y Rafael Caro Quintero ya han empañado su mandato, en medio de una  aprobación menor a la de Fox y  Calderón  durante el primer año de gobierno, incluso superando al primero en momentos más complicados durante un informe de gobierno, simplemente  el presidente no vive tiempos de estabilidad.
Ya nadie cree que el mandatario sea un taumaturgo, porque cerca de su  primer año de gobierno ni administra ni transforma, las esperanzas de pocos hoy es  decepción de muchos, que vieron que Peña Nieto podían consolidar un nuevo derrotero para el país.
El pacto por México vislumbraba tiempos mejores y un gran éxito para él presidente, sin embargo en el afán de impulsar tantas reformas abrió la caja de pandora y hoy paga las consecuencias, por la sedición que padece la ciudad de México por las múltiples manifestaciones principalmente encabezadas por la CNTE, el análisis, mesura y pericia de su equipo para prevenir y solucionar los problemas están ausentes.
Los días previos al informe crecieron la organización de policías comunitarios, que dejan claro la incapacidad del actual gobierno para garantizar seguridad a sus conciudadanos,  así como para solucionar la  cisma social, seguramente los priistas no imaginaban que así sería su regreso  a los pinos, tal vez no estaban preparados para gobernar con menos  medios de control,  como los tuvieron en su primera etapa de gobierno,   hoy las circunstancias los rebasan, creo que estaban  inadvertidos del actual escenario político.
Los mejores programas anunciados durante los primeros días de la nueva administración,  como la cruzada contra el hambre, no han dado los resultados deseados, poco restable del primer informe, las reformas han sido producto de la disponibilidad de partidos políticos advirtieron los mismos durante su posicionamiento en la apertura del nuevo período ordinario de sesiones.
Ni Videgaray ni Osorio Chong,  reaccionan ante la turbulencia económica y social que fustigan al país, el presidente no encuentra las respuestas ni las soluciones  en sus mejores hombres, ni quien asuma la responsabilidad de los errores,  los cambios en el gabinete tal vez no tarden, porque los fantasmas de las crisis económicas empiezan a manifestarse y los problemas sociales parecen no agotarse.
Durante el primer informe vivimos  momentos complicados para el país, y un gobierno pasmado por los problemas,  que tiene que modificar sus estrategias para enderezar el rumbo, y reconocer que estamos en tiempos lejanos a los mejores días del priiato.