Por: Fabiola Vázquez

La Editorial Océano nos trae otra gran obra literaria titulada “Chicas Kaláshnikov y otras crónicas” del periodista mexicano Alejandro Almazán.

A lo largo de 200 páginas conoceremos las historias de mujeres a las que la vida las ha llevado a desempeñar una profesión inusual: ser sicarias en Ciudad Juárez.

El libro retrata la vida de asesinos, narcos y sicarios relatados en una serie de crónicas que realiza el periodista mexicano, un oficio de alto riesgo en este país, pero que ha logrado incursionar en este peligroso mundo para presentarnos este trabajo.

Almazán le da voz y rostro a todos aquellos que han sufrido los embates del narcotráfico, que de alguna u otra manera han sido víctimas o victimarios, en 14 crónicas que componen el libro, conoceremos la asfixiante realidad de un país donde la violencia es de todos y a todos nos condena. 

El periodista tiene la facilidad de ganarse esa confianza en sus entrevistados para poder contar su historia con detalle, para dejar al lector estupefacto con las confesiones que leerá en este libro, donde transitan historias de mujeres sicarias en los estados del norte, asesinos a sueldo con poca suerte y menor futuro, alcaldes y procuradores de mano dura y mecha corta. Una interesante y escalofriante investigación sobre el origen y final criminal de dos fusiles de asalto: un AK-47 y un AR-15.

Con este libro se pretende que el lector conozca la realidad social que vive nuestro México sin guardar las apariencias, quitando esa venda de los ojos que no nos deja ver más allá de lo que nos muestra la televisión respecto al tema de la brutal violencia que se vive en el norte del país.

"Y te decía: yo empecé a los veinte años. Al principio trapiaba, limpiaba vómito y sangre. Luego fui mandadera y de ahí pasé a cóndor (el que ubica a los contras). Después fui lince (el que levanta y tortura) y de ahí me pusieron a sicariar. Así estuvo el rollo. Desde entonces me puse a matar" cuenta una de las chicas Kaláshnikov.

“Cuando matas no tienes que ver al difunto porque se te queda en los ojos y puedes volverte loca” exclama otra chica kaláshnikov.

“Siempre tiro a la cabeza porque si no los mato, los dejo locos” un general.

Muchas de las crónicas que encontramos en este libro, han sido publicadas anteriormente entre 2001 y 2012, donde aparecen los testimonios de sicarias, un teniente coronel patriota, matones detrás de las rejas, narcos “altruistas”, victimarios y víctimas. Todos presentados ante la prosa astuta de Almazán, que utiliza las mejores herramientas de la literatura para construir sus relatos.

Alejandro Almazán es un periodista mexicano que estudió comunicación en la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Ha colaborado en Macrópolis, Reforma, Milenio, El Universal, el Canal 40, Emeequis, Gatopardo, Medios UDG. Es miembro fundador del semanario Emeequis. Es autor de Gumaro de Dios, el Caníbal y coautor, junto con Óscar Camacho, de La victoria que no fue, además, es autor de Placa 36 y la novela Entre perros.

Ha ganado tres veces el Premio Nacional de Periodismo en la categoría de crónica (2003, 2004 y 2006). Ha ganado el Premio Nacional de Periodismo Rostros de la Discriminación (2008). En 2010 recibió el reconocimiento de la Sociedad Interamericana de Prensa. En 2011 recibió una mención honorífica del Premio Fernando Benítez por su trabajo “Chicas Kalashnikov”.