Por: Fabiola Vázquez

El periodista Víctor Hugo Michel nos presenta un libro que detalla las injusticias que viven muchos mexicanos por relacionarse en el mundo del narcotráfico, en como los altos mandos de esas redes criminales los utilizan para “pagar” por sus delitos convirtiéndolos en “desechos del narco”.

El libro se titula “Morir en Malasia” se trata de amplio análisis de cómo puede influir el poder, el dinero y las amistades ante la justicia para salir bien librado de un juicio, de cómo se ha expandido el territorio que lideran los grandes personajes del narco por el mundo, del papel que juegan esos “desechos” en este peligroso terreno, el periodista retoma el caso de los tres mexicanos, los hermanos Gonzáles Villarreal, que fueron sentenciados a morir en la horca, acusados de formar parte de una organización internacional dedicada al tráfico y distribución de metanfetaminas en el sudeste asiático.

El libro relata crónica sobre este caso sucedido en Malasia, mostrando claramente la expansión de estos criminales por el mundo, del poder que han alcanzado los grandes capos, al grado de gozar de una impunidad total y los que deben pagar por esos crímenes son los últimos eslabones de estas organizaciones, degradando su dignidad por el mal trato que reciben de sus contratantes y castigados cruelmente por las autoridades. 
 

El autor del libro pensaba que esta historia sacaría a la luz algunos vínculos internacionales del tráfico de drogas mexicano y su objetivo inicial era descubrir y denunciar a través de un libro informativo parte de esas redes, pero lo que realmente encontró un emotivo relato de estos tres mexicanos. Por eso, esta crónica, estilísticamente, refleja uno de los momentos más memorables que pueden ocurrir a un cronista y a sus lectores: el descubrimiento de la mirada del otro mediante la exploración de la mirada propia.
 

Al principio de la investigación de este libro, la intención de Michel era totalmente distinta, él buscaba desentrañar los secretos del poder global del Chapo o poder plantear que el problema del narco es global con vínculos locales.
 

También, tenía la intención de mostrar a través de imágenes y relatos las excentricidades de los narcotraficantes, de sus lujos y comodidades tan extrañas que los convierten en seres exóticos, que fácilmente atrapan la imaginación de lectores incautos.
 

Sn embargo, lo que encontró fue algo completamente diferente y apasionante, se topó con la  mirada de otro insospechado. Ese otro es el soldado del narco, el soñador de barrio popular que termina envuelto en una red global de relaciones económicas, políticas, sociales y mediáticas que no nos permite verlo a los ojos, hasta que un periodista avezado y con ganas de perderse de sus prejuicios, como Michel, lo regresa a la discusión pública.
 

Por lo tanto, el libro detalla la historia de los hermanos a los que su cuna les perjudico aún más, ya que son originarios de Sinaloa, lugar de origen de la mayoría de los líderes del narcotráfico y de una de las organizaciones de tráfico de drogas más exitosas en México.
 

Luis, José Regino y Simón González Villareal son los tres hermanos que conoció Michel a su llegada a Malasia, ahí pudo percatarse de que se trataba de gente sencilla, que tenía una vida sin lujos pero muy dramática que rompía con los estereotipos de la guerra contra las drogas.
 

Michel iba con la idea de que encontraría a tres grandes y prepotentes capos, para su sorpresa estuvo con tres asustados hombres provenientes de Lomas de Rodriguera, donde vivían de manera modesta sostenida mediante la fabricación de ladrillos, en una zona pobre, marginada y deprimente.
 

La captura de estos hombres se da el 4 de marzo de 2008, donde la policía de Malasia detuvo a un grupo de trabajadores de una planta de procesamiento de metanfetamina. Las primeras averiguaciones arrojaban que la mayoría de los capturados quedaron libres, fueron sólo tres hermanos de nacionalidad mexicana los que permanecieron presos, esperando un juicio.
 

La sentencia era tremenda, ya que en Malasia se castiga el narcotráfico con pena de muerte.  
 

“Morir en Malasia” detalla el caso de los hermanos González Villarreal como ejemplo de lo que pasa cuando se enfrentan los poderosos como los más indefensos, los “desechables”, los soldados más ínfimos del ejército del narco. Una historia en la que los intereses de los gobiernos, los partidos políticos y los capos criminales bastan para aplastar a los que menos tienen.
 

Algunas citas del periodista Michel describe como el gobierno mexicano omitió estos hechos, exclamando que no era considerado un asunto de Estado, en como el Presidente Felipe Calderón se enfocó en el caso de la francesa Florence Cassez, dejando de lado la vida de estos compatriotas.
 

Un interesante libro que nos abrirá los ojos en muchos sentidos respecto a nuestras autoridades pero también de las extranjeras, en los alcances que tiene el mundo del narco y en las injusticias que se viven día a día en todos los países, en este libro se aborda el caso de los hermanos González Villarreal pero hay muchos otros casos que nunca salen a la luz pero son igual de penalizados, perseguidos e injustos.
 

Víctor Hugo Michel ha ejercido el periodismo en las redacciones de Excélsior, Reforma y Milenio, en donde actualmente se desempeña como reportero de asuntos especiales. Reportajes suyos han sido publicados en Nexos, Gatopardo y Esquire. Ha ganado dos veces el Premio de Periodismo Investigativo y de Acceso a la Información de México. Obtuvo la mención honorífica del Premio Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez en 2010.