Sumado a los movimientos telúricos de septiembre
Para la delegación estatal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) los daños sufridos por los templos religiosos en los movimientos telúricos de septiembre pasado fueron resultado, en su gran mayoría, por las construcciones recientes que se realizaron pegadas a las estructuras de las iglesias.
Para la institución federal, dichas construcciones elaboradas con armado de concreto representan un peligro para las estructuras de mampostería con que están construidas las edificaciones de los monumentos históricos.
En los templos de San José, ubicado en la ciudad capital y la parroquia de San Francisco, en Tepeyanco “patearon” las construcciones, también a la de Natívitas.
Para la dependencia federal estas cosas es lo que la gente no quiere entender, “y muchas veces ven en el INAH el gran obstáculo o el que nunca deja hacer nada, el que no cuida o el que se tarda mucho en darles el permiso, “pero no, es que les decimos cómo hacerlo, si no presentan la solución adecuada, no podemos permitir una acción”.
Cuestionó que en muchas de las ocasiones, las comunidades son asesoradas por arquitectos o ingenieros que dicen conocer de restauración.