En una franquicia sexista, paradójicamente las mujeres forman parte del éxito del agente más conocido: Bond… James Bond. Desde la aparición de la primera chica del 007, Ursula Andress en 1962 (Dr. No), hasta Monica Bellucci, en 2015 (Spectre), la justificación de la presencia de las féminas ha ido cambiando de forma positiva, aunque insuficiente.

En la era de Sean Connery —el primero en encarnar al agente del Servicio Secreto de su majestad británica—, la cámara era puesta en un ángulo bajo, con énfasis en el cuerpo de Andress (Honey Ryder) y en su forma sensual de salir del océano; la imagen sentó el precedente de comportamiento y atributos que deberían tener las sucesivas Chicas Bond.

“Desde las primeras películas de Bond han existido mujeres hermosas adueñándose de un rol protagónico dentro de la narrativa, aunque sus personajes estaban para añadir una contexto sexual al filme, más allá de ser una ayuda para el agente. Sirven como de musas para los papeles masculinos, que interpretan de forma efectiva”, analiza el sitio Benjbourne93.

Varias actrices han sido las elegidas para retratar el sexapil nato o la personalidad fuerte representativa de la chica, que al inicio era sólo capaz de seducir al macho alfa, pero luego fue ya considerada su igual en el terreno de las intrigas del espionaje, lo mismo como aliada o villana. A lo largo de 26 largometrajes, el girl power supo abrirse brecha.

“En cintas más recientes del personaje (que nació del ideario de Ian Fleming), las Chicas Bond han adquirido un rol más activo, por ejemplo al momento de competir junto con el protagonista contra ‘los malos’ de la trama y le ayudan a salir triunfante de sus mortales misiones.

“La representación de la Chica Bond ha cambiado a lo largo de los años, de ser la mujer sexy y bella, a tener un arco en el que mantiene esas características, pero ahora también es inteligente y más decidida. Con el paso del tiempo la mujer es más valorada a lo visto en los primeros largos de Jame Bond”, abunda el blog online.

Tatiana Romanova (Daniela Bianchi, From Russia with Love), Pussy Galore (Honor Blackman, Goldfinger), Domino Derval (Claudine Auger, Thunderball), Tiffany Case (Jill St. John, Diamonds Are Forever), Holly Goodhead (Lois Chiles, Moonraker), Octopussy (Maud Adams, Octopussy) o Natalya Simonova (Izabella Scorupco, GoldenEye) fueron Chicas Bond entre 1963 y 1996.

De acuerdo a Yvonne Tasker, autora de Spectacular Bodies: Gender, Crime and the Action Cinema, cada una ha retratado una imagen acorde a su tiempo. “Hay cierto sentido en que cada una de las Chicas Bond trata de hacer una referencia a la imagen popular de fortaleza e independencia femenina, de acuerdo al periodo en el que las interpretaron.

“En los 60, la Chica Bond representaba la independencia sexual. En los 70, era más una figura divertida, si se comparan con los anuncios de la época que celebraban la libertad, como Charlie, las chicas aparecían de una forma muy similar en las películas”, abunda la autora.

Uno de los puntos de inflexión en la modernización de la típica chica Bond llegó en 1997 en la película Tomorrow Never Dies, con el papel de Naomie Harris, Eve Moneypenny (una agente del MI6), quien no necesita ser rescatada. El momento de evolucionar fue el ideal, hacía muy poco que Terminator 2 puso la vara en alto respecto a los roles femeninos en los filmes de acción.

A partir de entonces, las Chicas Bond lucieron más atléticas y más confiadas incluso cuando eran violentas, justo como otras heroínas en los albores del siglo XXI. “La cultura en los pasados 10 años ha invertido en la idea de la mujer poderosa, siempre y cuando se conformen con ciertos estereotipos, se mantengan jóvenes y sexualmente deseables”, dice Yvonne.

En Die another Day, Giacinta Jinx Johnson (Halle Berry) es una agente de la NSA con toda la posibilidad de igualar la destreza de Bond en el campo de batalla, sin embargo, en su vestimenta rinde tributo a la primera Chica Bond, con un bikini, con lo que se deja en claro que la manera en la que se ve, es de igual importancia a lo que hace.

Sin embargo, la cultura popular otorgó a la afroamericana un estatus distinto, cuando en la portada de Entertainment Weekly, del 29 de noviembre 2002, en el titular podía leerse “Bond Meets His Match”.

El personaje de Berry poseía todo el fondo y forma de una chica que va de la mano del 007, pero es retratada para ser la versión femenina de él.

En la era de Daniel Craig (a partir de 2006), en Casino Royale, Eva Green y Caterina Murino, o en Quantum of Solace con Olga Kurylenko y Gemma Arterton, los personajes femeninos no se acuestan con Bond, lo que significa un paso más en la narrativa de las chicas que rodean al prototipo de masculinidad, ahora tienen una participación más activa y emocionante.

Con la llegada del director Sam Mendes a la franquicia, ya no son chicas, sino mujeres las que se relacionan con James Bond, la elegida para encarnar esta evolución fueron Monica Bellucci y la mexicana Stephanie Sigman. “La última heroína que mezcla el Martini del protagonista sobresale por dos razones: hay sólo cuatro años de diferencia en la edad de ella con el actual Bond, Daniel Craig.

“Lo segundo, y quizá más sorprendente es que Bellucci es la mayor. A sus 51 años, la diosa italiana fue oficialmente la mujer de Bond de más edad que fue invitada a la recámara del agente. Nunca antes en la historia había sucedido eso”, explica Clementine Ford, de la BBC.

A pesar de este gran avance, el destino de las mujeres de Bond sigue siendo la muerte o que incluso están dispuestas a perder sus mejores habilidades con tal de pasar una noche con James Bond —como el rol de Solitaire (Jane Seymour en Live and Let Die)—. Hasta hoy siguen, lamentablemente, siendo desechables.

➣ 77 actrices han dado vida a las famosas Chicas Bond, entre ellas la recién fallecida Molly Peters, quien encarnó a Patricia Fearing en la cinta Thunderball (1965), y que fue la primera en quitarse la ropa en pantalla, lo que causó revuelo.