El recién nombrado dirigente estatal del PAN, Carlos Carreón, quien habla de cambiar la forma de hacer política y viejas costumbres, se quedó sólo en discurso. Se dice que ni tardo ni perezoso, una vez que tomó el control del partido celeste mandó a su pareja sentimental, al ayuntamiento de Apizaco, para que se diera de alta en la nómina del municipio.

Quienes están ahí dicen que solo va a cobrar, ya que no la han visto que acuda a realizar alguna actividad para devengar el salario.

Se comenta que su arribo a las instalaciones de la alcaldía se dio inmediatamente después de que el líder panista asumió el cargo, hecho que han visto mal los panistas del grupo contrario al dirigente, a quien ahora acusan de incurrir en actos que él mismo y su grupo criticaban.

Además, en los pasillos políticos corre el rumor de que el líder panista está haciendo uso de las influencias que le da el cargo y cómo el presidente municipal de Apizaco, dicen, no sabe ni quien trabaja en su municipio, pues ninguno le ayuda a gobernar y que más le da tener a otra persona que sólo cobre, si a cambio tiene una buena relación con el dirigente de su partido, igual y en el camino le regresa el favorcito que hoy le hace.