“A mí me empujan contra la pared del lado derecho, me indican que me arrodille, me golpean en la pierna izquierda, en la espalda, por detrás y en ningún momento me dejaron de sujetar el cuello apretándolo, entonces uno de los oficiales me recarga su codo en la cara y me dice: ¡A ver cabrón para que me sacas tantas fotos”, recuerda Gilberto Flores Maldonado, uno de los estudiantes detenidos y reprimidos por oficiales del gobierno de Tlaxcala cuando intentó manifestarse con un guante blanco con la leyenda “Pemex no se vende”, durante el desfile del 16 de septiembre.
El joven estudiante de ingeniería del Instituto Tecnológico de Apizaco (ITA), levanta la voz para hacer público el abuso y represión que ejerció el gobierno priista de Mariano González Zarur, en su intento por crear un estado totalitario, en el que el Ejecutivo no quiere ver ni escuchar la voz del pueblo y reprime la manifestación y libertad de expresión, señala molesto y desilusionado, Gilberto.
Y es que el pasado 16 de septiembre a las 10:20 horas, al iniciar el desfile conmemorativo del CCIII Aniversario de la Independencia de México, este joven junto con un grupo de 10 compañeros estudiantes, intentaron manifestar sus ideas con cartulinas que decían “No privatización de Pemex” y “Apoyo a la CNTE”.
En esos momentos un grupo de al menos 25 oficiales vestidos de civiles, detuvieron a Gilberto Flores Maldonado y a su compañero Daniel Saucedo, a quienes trasladaron al interior del Palacio de Gobierno, lugar en el que despacha el Ejecutivo local, Mariano González Zarur, donde los golpearon y amenazaron por intentar manifestar sus ideas.
Ante este hecho de represión y por los golpes que les propinaron los oficiales vestidos de civiles, como señalan los jóvenes afectados, recurrieron a dar parte de estas injusticias.
-“Un día después que nos detuvieron recurrimos a la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) y la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), por la represión que vivimos por parte de elementos ministeriales del estado”, sostuvo el estudiante.
-“Yo estoy inconforme por la forma como nos trataron, fue en total represión, nos trataron como si fuéramos delincuentes, nosotros somos estudiantes, no se vale que en un desfile de independencia que se habla de libertad nos estén reprimiendo de esta forma”, acusó.
Todo comenzó desde la llegada
Gilberto Flores Maldonado narra los hechos y recuerda:
-“Todo comenzó cuando llegamos al frente del Palacio Municipal de Tlaxcala, notamos la presencia de elementos de seguridad vestidos de civiles que nos empezaron a rodear, nos movemos a otro punto de la presidencia y estos elementos de igual forma nos siguen, había también elementos en las gradas ahí en el desfile, entonces nos rodean, están detrás de nosotros yo levanto un guante blanco en el cual tengo la leyenda “Pemex no se vende” y una de esas personas de quien tengo fotografía me jala el brazo hacia atrás de forma violenta, yo hago el esfuerzo y me suelto y le digo que no me vuelva a tocar, el elemento me dijo que lo bajara, que no volviera a subir la mano, yo le contesté que no estaba cometiendo ningún delito, pasando cinco o diez segundos después, levanto la mano de nuevo sin hacer ninguna señal para que se vea la leyenda que tiene el guante y una de nuestras compañeras saca la primera pancarta que tampoco tenía ninguna leyenda ofensiva, simplemente el rechazo a las reformas”.
Es entonces es cuando todo comienza
Los elementos de seguridad vestidos de civiles que identifica, recuerda, jalan la cartulina y la rompen, pero además empiezan a forcejear con los jóvenes y a tratar de separarlos.
A pesar de ello, los jóvenes siguen dentro de la multitud que se dio cita en el zócalo capitalino a presenciar el desfile del 16 de septiembre, precisamente frente al Palacio Municipal donde se encontraba el el gobernador de Tlaxcala, Mariano González Zarur y un grupo de sus funcionarios estatales, además del presidente municipal, Pedro Pérez Lira y otras personas.
Algunos de los asistentes narraron que al comenzar este incidente el Ejecutivo local volteó su mirada al lugar y mostró una cara de descontento por este hecho que derivó en que dos jóvenes fueran detenidos por más de 25 oficiales, que los arrastraron para sacarlos de la muchedumbre.
-“Habían también policías mujeres vestidas de civil, en ningún momento los oficiales se identificaron hasta después y nos jalaron, nos rasgaron una chamarra que llevaba ese día nos sacaron como pudieron, tiraron a dos de nuestras compañeras ahí y es ahí donde me llevan a mí y a Daniel Saucedo, uno de los chicos que estaban ahí conmigo porque estábamos en uno de los extremos, porque les fue más fácil llevarnos a nosotros”, refiere Gilberto Flores Maldonado.
-“Nos llevan hasta el Palacio de Gobierno, abren la puerta y nos meten, ya había elementos ahí, nos meten cierran y grita uno de los elementos, no alcanzo a ver el rostro pero dice ¡quítenlos de las ventanas!, están ahí los arcos del palacio de gobierno y a mí me empujan contra la pared del lado derecho”, recuerda el joven y da cuenta de los golpes que le propinaron los oficiales quienes dice reclamaban por haberles sacado fotografías.
“Me indican que me arrodille, me golpean en la pierna izquierda en la espalda por detrás y en ningún momento me dejaron de sujetar el cuello apretándolo, entonces uno de los oficiales me recarga su codo en la cara y me dice ¡A ver cabrón para que me sacas tantas fotos!, -nosotros les sacamos fotos cuando nos dimos cuenta que los teníamos atrás precisamente por cualquier cosa, por seguridad exactamente”,
Daniel recuerda que a su compañero lo golpearon más visiblemente, cerca de la ceja que le dejaron inflamada.
-“Nos revisaron nos catearon, revisaron las pertenencias que llevábamos, yo llevaba una mochila y sacaron lo que teníamos para ver que llevábamos empezaron a intimidarnos de forma verbal, pero ya la violencia física la habían ejercido y siguieron preguntando datos que quien nos mandaba, a dónde pertenecíamos, en esos momentos yo indico que soy estudiante de ingeniería, traté de dar otro nombre por cuestiones de seguridad”, comentó.
Continuará…