Día y noche es venerado mientras sus fieles se congregan para llevarle regalos que ofrecen a los visitantes.

El robo del que fue objeto el santuario de El Niño del Cerrito y la extraña aparición de las joyas posteriormente, pareció avivar la fe en esta imagen de la religión católica que es venerada en Santa Anita Nopalucan.

Este fin de semana, el peregrinar de visitantes y locales de esta comunidad fue interminable en un jolgorio que incluyó música, danzas, juegos pirotécnicos y comida para todos los visitantes.

Y es que los pobladores de Santa Anita Nopalucan celebraron por todo lo alto a la imagen de El Niño del Cerrito, a la cual atribuyen milagros y cuya festividad destaca aún más que la fiesta patronal.

De esta forma, lejos quedó la imagen del santuario de casi dos meses atrás, cuando fue acordonado para realizar la pesquisa por el robo de joyas y limosnas en el santuario en cuya entrada se observan todo tipo de juguetes que se ofrendan a la imagen estimada entre los fieles católicos, quienes le retribuyen con ello los milagros que, aseguran, les ha realizado.  

Cabe recordar que exactamente a inicios del mes de mayo, se dio a conocer que maleantes se introdujeron al templo de El Niño del Cerrito para robar las joyas de la imagen, que no se consideran arte sacro, además del monto de las limosnas, por la mañana los pobladores fueron convocados para darles a conocer estos hechos e intentar dar con los responsables, el robo fue denunciado formalmente ante las autoridades.

Sin embargo, horas después se dio a conocer que tras la revisión de los investigadores, entre los cristales rotos del altar aparecieron dos joyas que se habían dado por robadas, situación que animó el fervor de los creyentes católicos.

Este fin de semana, este hecho quedó atrás y los pobladores retomaron con gran jubilo la costumbre de obsequiar al Niño del Cerrito todo tipo de regalos de su bolsa y a la vez ofrecer a los visitantes comida gratis, donde no puede faltar como en toda celebración infantil el tradicional pastel.