Bajo el estricto cumplimiento de los protocolos de búsqueda de personas desde el primer momento del reporte de su extravío, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) ubicó en perfecto estado de salud a tres personas que fueron reportadas como desaparecidas, mismas que reconocieron haber salido de sus hogares por voluntad propia.

En primera instancia, la denuncia por hechos probablemente constitutivos de delito por la no localización de Diego N., de 16 años de edad, fue interpuesta por su madre el 31 de julio, en virtud de que llevaba una semana que desconocía el paradero de su hijo.  

Desde ese momento, se le brindó la atención y orientación necesaria que ameritaba la delicadeza del caso, además de que el fiscal integró debidamente la denuncia bajo los protocolos de búsqueda de personas con los cuales se rige la PGJE.

De esta manera, horas después los oficiales de la Policía de Investigación localizaron al menor en el domicilio de sus abuelos, ubicado en el municipio de Españita; asimismo, el adolescente fue trasladado ante el Agente del Ministerio Público y declaró que salió de su hogar por voluntad propia.

Por otro lado, el 2 de agosto, los investigadores se abocaron a indagar el paradero de Vidaura N., de 30 años de edad, ya que fue reportada como desaparecida por su pareja sentimental.

No obstante, 24 horas después, los adscritos a la dependencia encargada de procurar justicia, la localizaron en el municipio de Zacatelo, por lo que fue trasladada ante el fiscal, donde declaró que en ningún momento fue privada de su libertad, ya que se ausentó por decisión propia.

Asimismo, el 28 de julio, el Representante Social de Zacatelco, inicio la indagatoria correspondiente por la desaparición de Vianey N., de 15 años de edad; al tiempo que se activó la herramienta de búsqueda Alerta Amber.

Fue así, que el 6 de agosto los oficiales de la Policía de Investigación, ubicaron a la menor en un domicilio de Huamantla; además, declaró que decidió salir por su propia voluntad de su casa para vivir con su pareja sentimental.

Finalmente, las indagatorias fueron concluidas por los agentes del Ministerio Público, ya que la ausencia de las agraviadas no estuvo relacionada en un hecho violento, por lo que no existe delito que perseguir.