Familiares del policía de Terrenate, Felipe Leal Hernandez, quien falleció de un disparo en ejercicio de sus funciones, el pasado 7 de enero, pudo haberse evitado, si el municipio tuviera los permisos para que los uniformados porten sus armas de cargo.

Uno de los allegados del occiso quien prefirió  omitir su nombre, detalló que su familiar, apenas había entrado y que él en cumplimiento a su trabajo  acudió a un llamado de la ciudadanía con su pecho sano, sin pensar que se iba a encontrar con la muerte.

"Mire, no es posible, que las policías no tengan sus instrumentos de trabajo, iba sin nada y la gente es mala, hoy muchos ya andan armados, y más si están tomados, pues es peligroso, eso fue lo que pasó, Felipe llegó a cumplir con su trabajo y lo que le tocó fue una bala".

Y prosiguió "pues no tenía ni cómo defenderse porque no llevaba arma, nada. Para que no pase, eso, pues que las autoridades, capaciten a los policías para que cuiden bien a los ciudadanos, y no les pase como a Felipe, que mire lo mataron".  

La noche del 7 de enero, elementos de la policía municipal de Terrenate, atendieron un llamado de la ciudadanía, ya que en la comunidad de Villareal, se encontraban varias personas del sexo masculino ingiriendo bebidas alcohólicas y detonando un arma de fuego.
Por lo que de inmediato se trasladaron al lugar, y al momento de pedirles que se retirarán uno de ellos accionó el arma lesionando al oficial Felipe Leal, quien perdiera la vida. Los sujetos de inmediato se dieron a la fuga en dos unidades distintas, tiempo después fueron detenidos.

Se logró la detención de cuatro sujetos quienes se identificaron como Guillermo N., de 19 años de edad; Marco N., de 18; Carlos N., 29; y Uriel N., de 27, los tres primeros originarios del municipio de Ixtacamaxtitlán, Puebl y el último de Terrenate, fueron puestos a disposición del Representante Social por el delito de homicidio.

En tanto que este sábado el juzgado primero mixto del sistema penal de corte adversarial acusatorio y oral del distrito judicial de Sánchez Piedras, determinó que  Guillermo, Carlos y Uriel, no dispararon el arma para privar de la vida al policía, por lo que este sábado fueron puestos en libertad.  Y sólo el que disparó se encuentra recluido.