El obispo de Tlaxcala, Francisco Moreno Barrón manifestó que no cederá a presiones de los pobladores de San Miguel del Milagro, municipio de Nativitas, que demandan la salida del párroco del lugar, Sergio Pérez Hernández, a quien acusan de malos manejos financieros.
“A mi es a quien me corresponde tomar esas decisiones y nunca conviene decidir estas cosas bajo presión, sino que hay que dejar tiempo al tiempo para ver cual es el momento oportuno para estos cambios de los párrocos en las distintas comunidades, en realidad el párroco está ahí prestando un servicio pastoral y el obispo sabe en que momento es oportuno solicitarle un nuevo servicio”.
Señaló que el grupo de pobladores que pide la salida del sacerdote ha presentado las inquietudes por escrito “y yo sabré en qué momento tomar una decisión”.
El jerarca de la iglesia católica en Tlaxcala llamó a la comunidad a reconocer que la iglesia tiene su forma de proceder y no se cambia a un párroco por presiones sociales ni por intereses de grupos, pero aseguró que dará cauce a las inquietudes.
En breve entrevista, el obispo de Tlaxcala afirmó que el conflicto ha sido atendido a través de sus más cercanos colaboradores y recordó que no es la primera vez que se suscita un problema por el manejo de los recursos que recibe la iglesia de los visitantes que se reciben en San Miguel del Milagro.
Moreno Barrón puntualizó que el manejo de los recursos de la iglesia es un tema en donde la comunidad laica debe entender su papel de colaboradora. 
“Tenemos que entender que es la iglesia la que tiene que administrar esto, no los laicos, no el pueblo, porque como asociación religiosa lo que se reúne precisamente es para que la iglesia para cumplir los fines para los que fue instituida, no es una situación democrática o que los que quieran, grupos, personas, el pueblo mismo puedan tener una participación en las utilidades, no es eso”.
Añadió que la iglesia es una institución definida por la ley como una asociación religiosa que tiene derecho a administrar los recursos que le lleguen.
Así, dejó en claro que esa tarea debe ser realizada por el párroco en nombre del obispo y precisó que “cuando hay laicos que colaboran tiene que hacer el sujeción, en colaboración con él pero de ninguna manera hacerlo por su propia cuenta, ni querer juzgarlo y luego querer sacarlo de la parroquia y querer imponer su voluntad de juicio”.
En tanto, la tarde de este domingo pobladores de San Miguel del Milagro protestaron por la consignación de 18 pobladores a los que la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE) responsabilizó de privar de su libertad a elementos de seguridad y agredidos físicamente el pasado viernes como parte del conflicto que se vive en la comunidad, donde un sector de la población pide la salida del sacerdote y otra lo respalda.
Por otro lado, el obispo de Tlaxcala se negó a abordar la situación del caso de Blas Abelardo Rojas Valadez o José Rojas Valadez, mejor conocido como el padre Rojas,  quien en 2010 dejó de ejercer el sacerdocio en la parroquia de El Carmen Tequexquitla por acusaciones de abuso sexual en contra de un menor de edad, por lo cual se le inició una investigación y en su momento el entonces procurador de justicia, Pedro Flores Vázquez confirmó que el caso fue consignado.