-“Ya dentro del Palacio, digamos que nos fichan, me toman fotografías y me regresan, luego toman de nuevo a mi compañero y le vuelven a tomar fotos haciéndole levantar una pancarta”, recuerda Gilberto Flores Maldonado.
-“Yo no veía que dice esa pancarta, lo regresan y entonces me toman de nuevo y me llevan, veo que llevan una cartulina doblada, yo le respondo que yo no voy a levantar ninguna cosa que yo no llevaba, porque lo único que yo saqué fue el guante que me arrebataron y me dicen aquí no vas a hacer lo que tú quieras, me hacen levantar la pancarta y nuevamente me toman de frente y perfil, después me regresan”, agrega el joven quien de esa forma insinúa que se da cuenta que el gobierno de alguna manera le siembra pruebas para inculparlo de provocar disturbios.
En el trayecto, antes de ser ingresados al Palacio de Gobierno y golpeados como refirieron los estudiantes, existió un lapso en el cual pocas personas se percataron, ya que la mayoría estaban emocionados con el inicio del desfile del 16 de Septiembre y porque quienes detuvieron a los jóvenes no estaban vestidos con uniforme de policía, sino de civiles, razón por la cual, la gente nunca cuantificó la suma de oficiales existentes a su alrededor.

La prensa buscó saber a quién llevaban
-“Al momento de que éramos introducidos la prensa nos tomó fotografías y nos pedían que gritáramos nuestro nombre para saber a quién llevaban al interior entonces ya di mi nombre, en ese momento no di mi dirección por seguridad también”.
Después de ser fichado, narra el joven estudiante, se dio cuenta que la situación no había acabado, que sólo había iniciado el proceso de rutina para ellos, mientras sus compañeros estudiantes fuera del Palacio de Gobierno gritaban que no les hicieran nada y que los dejaran pasar con ellos.
-“Bajando hay dos tipos, me imagino que de gobernación con trajes, no logro distinguirlos bien porque me dicen que me siente y vea hacia la pared, que agache la cabeza y nos dicen, que a ver si se nos quita andar haciendo ese tipo de cosas, yo respondo que lo que nos estaban haciendo era un delito, pues nos estaban privando de nuestra libertad y coartaban nuestros derechos constitucionales de libre expresión y de manifestación”, sostuvo.
Sólo detuvieron a dos, pero eran 10 jóvenes
-“En total nosotros éramos diez, a dos nos introducen y los demás estaban allá afuera, no los dejaron pasar y ellos gritaban que nos dejen salir”, aunque refiere que el personal de gobierno nunca los dejo entrar.
-“En el momento que me interrogaban sólo mencioné que era estudiante de ingeniería, pero yo soy secretario general de comité municipal de Morena en Contla de Juan Cuamatzi”, sostuvo.
Después de 25 minutos aproximadamente que duró el interrogatorio y proceso de fichaje, como refirieron los jóvenes, finalmente los dejaron libres, aunque este personal vestidos de civiles, los siguieron en todo momento.
-“Nos dejan salir del Palacio de Gobierno y entonces nos reciben los compañeros viendo que estuviéramos bien, entonces decidimos acudir a un doctor a un lado de la iglesia de San José, donde hay una farmacia de Similares, decimos caminar hacia allá y entonces nos percatamos que los elementos vestidos de civiles nos iban siguiendo, nosotros entramos a revisión y cuando íbamos saliendo nuestros compañeros que estaban esperando al interior de la farmacia, nos dicen que están los elementos y efectivamente estaban a un lado de la iglesia de San José, por el puesto de revistas, otros en la otra esquina donde están los semáforos a un costado en la parte del frente en la misma acera donde se encontraba la farmacia, en cada esquina.
Nosotros no salimos por temor y precaución, entonces llamamos a la contadora Carmen Armas de Derechos Humanos de Morena estatal y acudió con un abogado a nuestro auxilio”.
Los elementos que custodiaban las esquinas alrededor de la farmacia similares, según información de estos jóvenes, eran 8 elementos, en dos grupos de cuatro, en cuanto a los elementos que los retuvieron desde las gradas, superaban a los estudiantes, pues argumentan eran aproximadamente de 20 a 25 efectivos vestidos de civiles, a quienes por reacción y seguridad de los jóvenes optaron por tomarles fotografías.
Golpes no visibles
-“El médico pudo constatar con la revisión que efectivamente el joven (refiriéndose a Daniel Saucedo) tenía el golpe en el ojo y en el cuerpo, aunque no había marcas visibles “porque estos cabrones saben cómo golpear”, denunció Gilberto.