Encontrado en un panteón de Tepeticpac municipio de Totolac, Mario se convirtió en un símbolo del reclamo de los taxistas ante los hechos delictivos.
Con el sonido del claxon de sus unidades, taxistas provenientes de por lo menos 6 municipios de la entidad, acompañaron en una caravana a Mario N., el taxista asesinado el fin de semana.
Encontrado en un panteón de Tepeticpac municipio de Totolac, Mario se convirtió en un símbolo del reclamo de los taxistas ante los hechos delictivos que los aquejan.
El cuerpo del taxista estuvo presente en una misa en Tizatlán, en la capital de Tlaxcala, para después ser acompañado por el primer cuadro de la ciudad capital para ser despedido, en una caravana que inundó las principales calles.
Ya desde el fin de semana los trabajadores del volante reclamaron al gobierno estatal tener condiciones para realizar su trabajo ya que el sábado un taxista de Apizaco sufrió un intento de atraco por parte de un policía de investigación de la PGJE que no se concretó por la intervención de sus compañeros y los cuerpos de seguridad.
Ese mismo día se reportó a Mario N., una taxista de la capital como desparecido y la mañana del domingo fue encontrado en un panteón de Totolac. De esta forma, con música de mariachi y decenas de taxis provenientes de Apetatitlán, Chiautempan, Zacatelco, entre otros, el gremio se unió al dolor de la familia e insistió en la necesidad de tener las condiciones necesarias para trabajar.