Para platicar con ella hay que esperar la tarde.

Cuando llegue a su casa la señora Irma aún estaba cociendo, se levantó, me saludo y preparó una silla para mí, comenzamos con una larga charla, en la que me contó algunos aspectos de su vida.

Se sentó dando la espalda a su principal herramienta de trabajo, una máquina de coser eléctrica que aún estaba funcionando para "enfriar el motor"

En el techo había una correa atorada provisionalmente en donde colgaba un foco, este conectado a una extensión que llegaba a un contacto que se encontraba al lado de su cocina.

Con una voz llena de orgullo me dijo que era madre soltera, que trabaja en la maquila de donde mantiene a sus papas, que ya tienen una edad avanzada, y que a pesar de los muchos problemas económicos por los que ha pasado, no ha desistido de trabajar.

En un momento le pregunte:

P. ¿Qué significado tiene para usted el realizar maquila?

R. Pues el poder obtener una económica, de ahí solvento mis gastos, el pago de luz, el agua, la gas, las cooperaciones del pueblo, en sí de ahí sale para vivir

P. ¿alguien le ayuda a cubrir los gastos de su casa?

R. Pues realmente no, tengo un hijo que está estudiando y no tenía trabajo, él se ha estado pagando su escuela y a veces me apoya, pero pues casi todo lo invierte en la escuela (...), yo llevo viuda más de 25 años, de hecho, cuando mi esposo falleció tuve que buscar un trabajo y fue así como llegue a la maquila, con esto salieron adelante mis tres hijas y mi hijo.

P. ¿entonces le alcanza lo que gana para vivir?

R. No me alcanza, la maquila es mal pagada, es de un costo que no alcanza, imagínese, si yo coso una docena me la pagan de a siete pesos, ahora si hago 10 docenas solo gano 70 pesos, y eso en los tiempos actuales ya no es nada (...), ahora imagínese que hay temporadas en las que no me traen trabajo hasta en más de una semana, pues ¿de dónde sacamos?

De momento sus ojos se le llenaban de lágrimas, quizá por la impotencia de no poder hacer algo más, pero su voz permanecía firme, para aliviar un poco la tensión me enfoque en otra cuestión:

P. ¿Cuántas horas le dedica al día?

R. como ocho horas, la verdad es que cuando me traen el trabajo temprano lo empiezo a hacer para que, si empiezo a las ocho de la mañana termine como a las 4 de la tarde, me vienen a dejar las piezas, las coso y ya cuando termine vienen por ella, entonces no tengo tanto problema con ello

En su momento me aseguró que si fuese posible cambiar de trabajo lo haría, porque es muy pesado, "no lo hago porque tengo a mis papacitos, mi papá tiene 97 años y mi mamacita 95, yo no puedo irme a trabajar a una casa o a otro lugar porque los tengo que cuidar, y este es el único trabajo que me permite realmente poder cuidarlos" me decía con una voz entrecortada, por ello cambie un poco el camino de la entrevista.

P. ¿hace cuánto que realiza este trabajo?

R. llevo más de 25 años haciendo esto, con este trabajo saque adelante a mis cuatro hijos (...), de estos 25 años descanse 10, cuando me dieron la oportunidad de trabajar en otro lugar, acepte inmediatamente, porque ya me estaba amolando de la vista.

P ¿tiene algún padecimiento a causa de su trabajo?

R. afortunadamente no, pero la verdad es que se van acabando algunas cosas, me cuesta mucho por la vista, ya que a veces se safa el hilo y hay que insertarlo, mire aquí tengo mis lentes pero en verdad que es chocoso cuando pasa eso (,,,), todo el día estas sentada, afecta los riñones, pero gracias a dios estoy bien (...), lo que si me sucedió es que un día no pudieron venir por la costura, entonces tuve que llevarla hasta la casa de mi jefe, pero me caí y ahora me duele mi pie, no ha quedado bien todavía pero pues mientras haya trabajo hay que hacerle la lucha..

P. ¿entonces, por qué regresar a trabajar a la maquila?

R. Pues mire, en el lugar que trabajaba cambiaron a mi jefe, entonces cuando llegó el nuevo ya traía su gente y pues me dieron las gracias, entonces pues ya salí de 55 años, imagínese quien me iba a contratar a esta edad, ahora, coincidió que mis papacitos se comenzaron a poner mal, por ello decidí quedarme en casa, una de mis hijas anteriormente había comprado la maquina pero no la trabajaba, entonces se la pedí prestada y me la dio, fue ahí cuando comencé a buscar trabajo de maquila nuevamente.

Después de la charla me invitó "un taquito", como dicen, quien menos tiene es quien más da, después de ello me despedí de ella y me fui de su hogar, mientras ella siguió trabajando, ya eran las 20:35 horas. El tiempo se va volando cuando se escucha a quien merece escucharse.