Adriana recurre a engaños para recuperar protagonismo

Dicen los propios panistas, que el pasado domingo Adriana Dávila trató de sorprenderlos, al querer con el evento, emitir un mensaje de poder y control del partido cuamdo esto dista mucho de la realidad.

Resulta que hizo una reunión en un salón de Apizaco, únicamente para mostrar músculo, pero reunió a la gente con engaños, pues se supone que presentaría el documento del protocolo  para atender la violencia política contra las mujeres, al cual por cierto ella no dio lectura.

El documento fue leído por Leticia Hernández, una de sus más cercanas colaboradoras.

El mensaje de Adriana fue desnutrido, dicen los panistas, que el propósito de la reunión era sin duda otro, sólo quería demostrar que sigue teniendo poder de convocatoria, a fin de que siga manipulando algunas cosas en el partido, sobre todo en el tema de las candidaturas.

Se dice que sólo quería hacerse notar ante el grupo de Ricardo Anaya, como la carta fuerte para comandar la Red de Mujeres de Tlaxcala, ante su debacle de credibilidad en la estructura de los comités municipales y estatal.

Dicen los que asistieron que hubo inconformidad por el engaño, con el que los hicieron llegar y el protagonismo de la senadora.

Por lo que varios no quisieron hacerle el caldo gordo y no quisieron subir al estrado. 

Por cierto que en ese acto se notó la ausencia de la diputada Minerva Hernández.