El Segundo Regimiento mecanizado de la XXIII Zona Militar, nombró a Yamilet Paredes Rodríguez, José Armando Montiel Escamilla y José Gerardo Cortés Rodríguez, soldados honorarios por un día, porque ha demostrado ser valerosos, decididos, inteligentes, enérgicos, responsables y capaces de vencer cualquier adversidad en nombre de la nación, lo cual es motivo de orgullo y admiración, porque representan en la sociedad un ejemplo de tenacidad y fuerza de voluntad para hacer frente a los desafíos de la vida.

Lo anterior se hizo de conocimiento, en una ceremonia especial, a todo el personal castrense que estuvo encabezado por Miguel Hurtado Ochoa comandante de la XXIII Zona Militar, quien reconoció a los tres niños que sufren enfermedades crónico degenerativas, como leucemia y discapacidad motriz.

Una de las soldados honorarias es alumna de la telesecundaria de San Matías Tepetomatitlan, quien estudia a través de la Unidad de Servicio de Apoyo a la Educación (Usaer), quien a decir de uno de sus maestros, ha logrado avances destacados en su escuela.

Los otros soldados honorarios son del Centro de Atención Múltiple (CAM) de Zacatelco y de la organización civil “Corazonadas de amor”, los tres recibieron, de manos del comandante un reconocimiento y placa de soldado con su nombre, así como un obsequio.

En la ceremonia, los soldados destacaron que un niño o niña que acepta ser soldado representa la esencia del valor y el coraje, así como el más noble amor a la patria, señalaron que con ese nombramiento se reconoce su valor, su fe y constancia, “recordándoles con ello que la vida de un soldado no es fácil, tiene tropiezos y caídas, pero recordándoles que no hay peor lucha que la que no se hace”.

El Segundo Regimiento mecanizado de la XXIII Zona Militar desfiló ante su comandante y de los tres soldados honorarios, así como una demostración de sus actividades y un recorrido por los dormitorios.

Al evento acudieron familiares de los soldados honorarios y niños con alguna enfermedad crónica degenerativa o discapacidad.

Los padres de los soldados por un día se dijeron sentirse halagados y orgulloso de sus hijos y que para ellos es un aliciente para continuar en la vida.