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Domingo 09:50 am, 13 Oct 2019.

Castigo divino por José Javier Reyes

Fe de ratas columna por José Javier Reyes

José Javier Reyes | agendatlaxcala | 1209 lecturas | 0 comentarios

Castigo divino por José Javier Reyes

Bastó que el premio Nobel de Física 2019, el suizo Michel Mayor, diera una opinión al diario español El País, para desatar una serie de réplicas y contrarréplicas que parecen mostrar que es poco lo que leemos y menos aun lo que entendemos. Textualmente, el flamante Nobel expresó: “La visión religiosa dice que Dios decidió que solo hubiese vida aquí, en la Tierra, y la creó. Los hechos científicos dicen que la vida es un proceso natural. Yo creo que la única respuesta es investigar y encontrar la respuesta, pero para mí no hay sitio para Dios en el universo”.

Algunos ateos reprodujeron esta declaración como una “prueba” de que no existe Dios, aludiendo al hecho de que quien lo decía era nada menos que un laureado Nobel. Sin embargo, el propio ateísmo rechaza el “principio de autoridad” como una prueba válida para cualquier demostración. Las cosas no son ciertas o falsas porque alguien lo diga, sino por la evidencia que se exhibe para su demostración. En el mismo sentido, la declaración de otro premio Nobel de Física que sí fuera creyente tampoco sería prueba de nada.

Lo dicho por Mayor parece referirse a la creencia judeo-cristiana de que Yahvé, el dios del Antiguo Testamento, creó la Tierra, la fauna, la flora y finalmente a Adán y Eva, mientras que el resto del universo era una especie de escenografía para que el hombre se recreara en las noches viendo el cielo. Si Yahvé Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza, ¿quién hizo a los hipotéticos extraterrestres, sean estos enanitos verdes o seres de ocho brazos? ¿Esos no fueron creados por el mismo dios o el resto de las múltiples razas que podrían habitar el universo no fueron creados a su imagen?

Lo que sí es incómodo es que algunos creyentes (fanáticos, supongo) profieran amenazas en contra del científico, asegurando que irá al infierno por no creer en su dios. ¿Ha sido una buena persona? ¿Ha procurado el bien para sus semejantes? No importa: si no sigues mis creencias recibirás un terrible castigo. Esto ni siquiera es un argumento, es un pobre recurso, el más antiguo de todos: la amenaza. Una amenaza poco creíble, pero que a veces funciona.

No obstante, la idea de un dios justiciero que actúa de manera implacable subsiste, aún en la política. El gobernador de Puebla, Luis Miguel Barbosa Huerta, ya aclaró que la muerte del senador Rafael Moreno Valle y la entonces gobernadora Martha Érika Alonso, ocurrido en un accidente aéreo el 24 de diciembre de 2018, fue castigo divino. Así como lo oye. De manera que resulta por demás todo peritaje y toda investigación: a los que roban elecciones (sin importar lo que diga el tribunal electoral) dios los juzga y los somete a la pena capital.

Quiere decir que pese a miles de años de reflexionar sobre estos temas y a pesar de cientos de libros escritos sobre el tema, seguimos creyendo en un dios inmisericorde, implacable, capaz de someter al castigo eterno a una persona por el terrible pecado de no creer sin pruebas o en someter a una persona a una pena desmesurada.