En días pasados, en su cuenta de facebook, Rafael Sánchez García, criticó que con los trabajos de mantenimiento que se hicieron en la torre del ex convento de San Francisco, de la ciudad de Tlaxcala, se manchara con pintura blanca el inmueble.

Dijo que “ciertamente los errores o descuidos deben ser tolerables, en cierta forma y hasta cierto punto. Sin embargo, cuando se trata de uno, cometido en uno de nuestros mayores emblemas arquitectónicos en Tlaxcala y, sobre todo, un edificio que está siendo restaurado como es más que evidente, ciertos errores son INAHceptables”.

Sobre todo, añadió, “cuando se supone se tiene un cuidadoso control por parte de Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en los trabajos encaminados, ciertamente la pintura (o pegamento) se derramó y/o se chorreó como es más que evidente, ojalá y ello no genere ‘nuevas afectaciones’ a las de por sí detectadas y atendidas por los especialistas; y que en lo posterior se tenga más cuidado con nuestro icónico emblema clerical”.

A esto, el historiador Nazario Sánchez Mastranzo, explicó que no fue el INAH la instancia encargada de esos trabajos, sino una empresa privada contratada específicamente para ese trabajo, y que el erro ya fue corregido.