Rechazan la intención de cerrarlo y piden frenar discursos de odio y xenofobia
Agrupaciones y ciudadanos de distintos ámbitos se han unido en defensa del funcionamiento del Albergue La Sagrada Familia que opera en Apizaco y el cual señalan que ha sufrido los embates de la administración del panista Julio César Hernández Mejía y del quinto regidor, Carlos Hernández Castillo, ya que se habla de clausurar sus actividades.
A través de distintas cartas y publicaciones en redes sociales, diferentes organizaciones rechazan las acciones para frenar o limitar la actividad del Albergue para migrantes La Sagrada Familia que se ubica en la colonia ferrocarrilera y que desde hace años apoya a quienes dejan su lugar de origen para buscar mejores condiciones de vida.
Bajo la campaña "Unidos por el Albergue La Sagrada Familia" distintas agrupaciones como DepsiTlax, la comunidad de pensamiento Decolonial, Colectivo Matria Tlaxcala, Utbico, Colectivo de Arte Estampa Venus, la representación estatal de la Red Mexicana de Mujeres Trans, Colectivo Crea, el lugar detrás del agua, Colectivo Cultural Camaxtli, entre otras, además de ciudadanos, han presentado cartas de apoyo al albergue, donde se destaca la labor humanitaria y en defensa de los derechos humanos que realizan.
Las agrupaciones que han cerrado filas critican que criminalice al albergue y se fomente una campaña de odio y xenofobia hacia los migrantes y todo lo relacionado con ellos, e incluso la comunidad latina en Estados Unidos ha sido el blanco de ataques como el perpetrado la semana pasada en Texas.
"Lo invitamos a replantear los discursos y estrategias que su administración está tomando respecto a esta población vulnerable y contra los agentes que han salido en defensa de ellos y ellas", señala la misiva dirigida al alcalde de la agrupación "El lugar detrás del agua".
Las agrupaciones buscan entregar estas cartas de manera personal a la administración del panista, Julio César Hernández Mejía, para evitar la clausura del albergue u otras acciones en contra.
Previamente la colocación de una malla para impedir el paso de los migrantes a los alrededores de la colonia ferrocarrilera ha estado en el centro de la polémica, toda vez que el edil sostuvo que se colocó a petición de los vecinos quienes la solicitaron y no tenía por qué abordar este tema con el personal del albergue.