Hacia el año 2008 se comenzó a tomar el tema de la crisis alimentaria como preocupante en la ONU y teniendo sus efectos en México en el gobierno de Felipe Calderón , quien lanza toda una estrategia con puntos que se consideran importantes para enfrentarla, sobre todo afecta a los países más pobres y de ahí llega a otras partes del mundo, crisis que ya se venía anunciando, de manera recurrente, desde el 2006 y se intensificó en ese 2008, resintiendo los primeros embates iniciando ese año.

          El entonces presidente Calderón anuncia que se hará frente a la crisis alimentaria mundial a través de seis acciones que pretenden en términos generales disminuir los efectos en nuestro país, así como garantizar el abasto accesible de alimentos, sobre todo a las familias más pobres en el país.

          Las acciones son las siguientes:

1. Eliminar todos los impuestos a la importación de trigo, arroz, maíz blanco o maíz amarillo; vamos a reducir a la mitad los impuestos de importación de la leche en polvo y a autorizar una cuota de importación de frijol libre de arancel,
2. Eliminar cualquier impuesto a la importación de fertilizante o de químicos para la fabricación de fertilizantes; y vamos a ofrecer crédito a todos los pequeños productores, a fin de que puedan adquirir esos fertilizantes y pagarlos, en todo caso, hasta el final de la cosecha.
3. Daremos un impulso sin precedente a la tecnificación del riego en el campo mexicano
4. Garantizaremos el abasto de productos básicos a precios justos
5. incrementaremos los programas de apoyo a la cadena maíz-tortilla
6. Mi Gobierno ha decidido lanzar el apoyo alimentario Vivir Mejor. Este es un complemento en dinero para fortalecer los ingresos de casi cinco millones 300 mil hogares inscritos a diversos programas del Gobierno Federal, lo cual significa que estaremos apoyando a casi 26 millones de mexicanos.

Como vemos las acciones que emprendió el gobierno se encaminaron a disminuir los efectos de la crisis alimentaria, que desde la perspectiva de Felipe Calderón se debe al crecimiento desmedido de las economías asiáticas, sobre todo la China y de la India, así como al aumento de los precios del petróleo.

Pero nos preguntamos dónde podríamos encontrar razones por las cuales se está agudizando la crisis de alimentos, ya que no es suficiente con señalar algunos factores, sabemos que los fenómenos o problemas sociales no son explicables por una causa, sino que intervienen una serie de factores, pero las especulaciones no se hacen esperar y hay quienes señalan como responsables al imperialismo norteamericano y sus aliados en el mundo, hasta quienes puntualizan la necesidad de analizar el problema desde diversos ángulos, desde los climáticos, geográficos hasta los demográficos.

Ahora bien, no cabe duda que los efectos ya los tenemos enfrente, el dilema será como se revolverá en nuestro país, para muchos es necesario aumentar los salarios, para otros consideran importante implementar un programa que no beneficie a intermediarios y empresarios y algunos otros señalan la necesidad de ampliar la cobertura de los programas sociales.

Hace 10 años las acciones del gobierno tuvieron como punto de apoyo la política social planteada en el Plan Nacional de Desarrollo (2007-2012), ello supuso, como ya puntualizamos, reforzar los programas y no entrar a los cambios estructurales, como desearían muchos, pero ante esto último nos preguntamos: ¿Qué nos garantizan los cambios estructurales ante problemas de carácter internacional?, porque el crecimiento poblacional en efecto está llegando limites no contemplados con anterioridad, el abandono del campo, tanto por la población dedicada a la agricultura como por los gobiernos que no inyectan recursos para su reactivación.

Consideramos que enfrentar la crisis alimentaria no obedece a posturas políticas, sino a profundizar sobre la problemática y proponer soluciones que nos permitan amortiguar los efectos, además de generar condiciones que nos permitan transitar hacia un país equitativo, donde las soluciones no tengan que pasar por la política, que se ha convertido en un botín de una élite partidista.

Lo anterior ni es privativo de nuestro país, sucede en buena parte del mundo y les dejamos las cifras a partir del número de personas que sufren hambre en el mundo en 2017, que son 821 millones, 1 de cada 9 personas

• en Asia: 515 millones
• en África: 256,5 millones
• en América Latina y el Caribe: 39 millones
• Niños menores de 5 años afectados por retraso del crecimiento (altura baja para la edad): 150,8 millones (22,2 por ciento)
• Niños menores de 5 años afectados por emaciación (peso bajo para la altura): 50,5 millones (7,5%)
• Niños menores de 5 años con sobrepeso (peso elevado para la altura): 38,3 millones (5.6%)
• Porcentaje de mujeres en edad reproductiva afectadas por anemia: 32,8%
• Porcentaje de lactantes menores de 6 meses que fueron alimentados exclusivamente con leche materna: 40,7%
• Adultos que son obesos: 672 millones (13% o 1 de cada 8 adultos)