En los últimos ochos Mundiales sub 17, la selección mexicana ha jugado cuatro finales y pese a eso los futbolistas no han trascendido a la gloria mayor
En México coleccionan casos de futbolistas fallidos. De aquellos grandes prospectos que agitaban la esperanza por encontrar más referentes que Hugo Sánchez o Rafael Márquez. Y hay motivos para ello. En los últimas ocho Copas del Mundo sub 17, México ha ganado dos en las tres finales que ha jugado. Este domingo, frente a Brasil, quieren volver a cubrirse de gloria. Pero ese triunfo no se ha trasladado al mundo adulto.
El verano de 2005 es recordado en México como el momento de la irrupción en su fútbol. El combinado juvenil doblegó en la final del Mundial a Brasil (3-0). De aquella generación brillaron Carlos Vela, Giovani Dos Santos y Héctor Moreno; el resto no tuvo el esplendor necesario para sobresalir. El júbilo mexicano tocó el cielo en 2011 cuando su Tri ganó la Copa del Mundo en casa, en el estadio Azteca. a Uruguay (2-0). De aquella camarilla solo uno pudo emigrar a alguna Liga en Europa: Marco Bueno con el Helsinki de Finlandia. Los demás batallan por hacerse un hueco en los clubes de Primera División en su país.
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