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Domingo 05:52 pm, 10 Feb 2019.

La pobreza en Tlaxcala por Luis Pérez Cruz

Desde La Sociología columna por Luis Pérez Cruz

Luis Pérez Cruz | agendatlaxcala | 1260 lecturas | 0 comentarios

La pobreza en Tlaxcala por Luis Pérez Cruz

En múltiples ocasiones hemos utilizado el término pobreza en este espacio, pero no hemos precisado a qué nos referimos cuando adjetivamos y señalamos la situación de personas y grupos, por ello, en esta ocasión, puntualizaremos algunos aspectos que nos esclarezcan el concepto.

          En primera instancia me gustaría tener un primer acercamiento a través de una idea, esgrimida por Juan Jacobo Rousseau en el Discurso sobre los orígenes de la desigualdad entre los hombres, el filósofo ilustrado del siglo XVIII se hace la siguiente pregunta “¿Cómo podría meditar acerca de la igualdad que la naturaleza ha establecido entre los hombres y sobre la desigualdad creada por ellos, sin pensar al mismo tiempo en la profunda sabiduría con que una y otra, felizmente combinadas en ese Estado, concurren, del modo más aproximado a la ley natural y más favorable para la sociedad, al mantenimiento del orden público y a la felicidad de los particulares? A partir de este cuestionamiento destacamos que la pobreza es creada por el ser humano al vivir en sociedad, a diferencia de otro pensador, John Locke, quien asocia la pobreza a la falta de propiedad; es decir, si alguien nace en un seno familiar sin propiedades estará en esta condición toda su vida. Así entonces, consideramos que la condición de pobreza es una creación del ser humano al vivir en sociedad, constituyendo en un fenómeno complejo y difícil de enfrentar.

          Ahora bien, para el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) La pobreza, en su acepción más amplia, está asociada a condiciones de vida que vulneran la dignidad de las personas, limitan sus derechos y libertades fundamentales, impiden la satisfacción de sus necesidades básicas e imposibilitan su plena integración social. Aun cuando existe una gran variedad de aproximaciones teóricas para identificar qué hace pobre a un individuo, hay un consenso cada vez más amplio sobre la naturaleza multidimensional de este concepto, el cual reconoce que los elementos que toda persona necesita para decidir de manera libre, informada y con igualdad de oportunidades sobre sus opciones vitales, no pueden ser reducidos a una sola de las características o dimensiones de su existencia. Así entonces, la pobreza, como conceptualización, adquiere aspectos que van más allá de su condición material y que influye integralmente en su vida, ello nos parece adecuado, ya que es posible ir más allá de ser una condición exclusivamente material.

          Por todo lo ante planteado, tenemos que en Tlaxcala los municipios más afectados por la pobreza son los siguientes Zitlaltepec Trinidad Sánchez Santos con el 88.9%, Emiliano Zapata  con el 87.7%, Benito Juárez que alcanza el 86.2%, San José Teacalco con el 81.5% y Sanctorum de Lázaro Cárdenas que alcanza un porcentaje del 81.4.

          En lo que se refiere a la pobreza extrema, son las personas que al menos padecen tres de los rubros con los que se mide el fenómeno, esos seis aspectos son rezago educativo, carencias de alimentación, de servicios de salud, de calidad y espacios de la vivienda, de servicios básicos de la vivienda o de seguridad social, además son quienes tienen ingresos por debajo de los $1,060.24 en zonas rurales o $1,477.31 en las urbanas. En esta situación se encuentran  Zitlaltepec Trinidad Sánchez Santos con un 25.8%, le sigue Santa Ana Nopalucan con el 13.4%, San José Teacalco con 13.2%, después está Santa Apolonia Teacalco con 11.6% y finalmente San Juan Huactzinco con el 11.4%.

          Como vemos el panorama no es alentador, ya que si lo vemos en perspectiva y lo comparamos con las entidades más pobres estamos en el sitio número 7, las cifras están así: Chiapas (77.1%), Oaxaca (70.4%), Guerrero (64.4%), Veracruz (62.2%), Puebla (59.4%), Michoacán (55.3%) y Tlaxcala (53.9). Precisamos tomar nota para que nuestras autoridades tomen la iniciativa para enfrentar este grave problema, pero consideramos que el asistencialismo no ha sido la mejor opción, además del dispendio de enorme de recursos que prácticamente no han servido para mitigar el fenómeno.