El consenso ha sido imposible. Ninguno de los cinco nombres sobre la mesa para convertirse en el candidato europeo a director gerente del Fondo Monetario Internacional ha logrado recabar un apoyo unánime de los Veintiocho socios comunitarios. Ante la amenaza de parálisis, toca levantar las cartas. Francia ha liderado una iniciativa para que los ministros de Finanzas de la UE voten mañana viernes y desbloquear así el proceso para encontrar un sustituto a Christine Lagarde tras su marcha al Banco Central Europeo.

En una partida tan abierta, la retirada de uno de ellos a última hora podría ser decisivo para decantar la balanza. Si es necesario, la votación se repetirá varias vueltas hasta dejar un único nombre. El ganador debe obtener una mayoría cualificada, esto es un 55% de Estados miembros a favor —un mínimo de 16 de los 28— que representen al menos el 65% de la población.

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