El divisionismo, la falta de madurez política y las malas prácticas copiadas del PRI que tanto han sido criticadas por los morenistas, evidenciadas  en el proceso interno para elegir consejeros este fin de semana, dejaron la imagen del partido por los suelos y anticipan una baja en las simpatías que podrían llevar a la derrota a quien surja como candidato a la gubernatura del estado por Morena. 

Lejos de la imagen que se había querido cultivar del partido, este domingo se mostró un instituto político dividido, con prácticas porriles y la actualización de vicios como el acarreo y el boicot en las asambleas que ha multiplicado las críticas de propios y ajenos que coinciden que el gran perdedor de este domingo es el partido mismo.

En redes sociales se han multiplicado los reproches y evidenciado el divisionismo que impera.

Es en ese campo donde distintos actores políticos y cibernautas, hacen comentarios sobre la derrota anticipada de Lorena Cuéllar, de quien hasta este domingo tendría prácticamente asegurada la nominación, sin embargo, antes de que inicie la contienda ya la consideran en la lona.

Los propios morenistas de convicción, afirman que este fin de semana operaron los priistas, Joel Molina, Antonio Álvarez Lima, Ana Lilia Rivera y Alfonso Sánchez Anaya, contra Lorena Cuéllar y sus aliados los programas sociales, ya que se está quedando sola.

La impresión que se multiplica es que los morenistas cavan su propia tumba, en las redes sociales se leen fuertes criticas hacia las practicas utilizadas en Morena y los compararon con el PRI y PRD, quienes son expertos en actos desleales para hacerse de espacios y mantener el control del partido.

Además de que tenían una gran oportunidad de colocarse en las preferencias para la próxima elección a gobernador, ya que Tlaxcala es una de las entidades con mayor apoyo a la figura del presidente Andrés Manuel López Obrador, lo cual le allanaría el camino a este instituto político, no obstante, la demostración que hicieron este domingo donde no pudieron ponerse de acuerdo para un proceso interno, deja un amargo sabor de boca en muchos.