En una misma semana los poderes Judicial y legislativo tuvieron la salida de su presidente, en el caso del TSJE y de quien encabezaba su órgano de gobierno, en el caso del Congreso con la Junta de Coordinación y Concertación Política (JCCP).

Después de que el Pleno del Poder Judicial de Tlaxcala destituyera a Héctor Maldonado Bonilla como presidente de este organismo, se avizora una crisis al interior debido a que el depuesto puede buscar un amparo para no dejar el cargo.

La destitución de Maldonado Bonilla se dio el último día de mayo pasado, durante una sesión donde el Pleno, con seis de los siete magistrados que integran TSJE avalaron la salida del ahora ex presidente del Poder Judicial y del Consejo de la Judicatura.

Los magistrados inconformes acusaron al depuesto presidente de incurrir en excesos en el ejercicio de sus funciones y escándalos, por lo que al frente de ese Poder quedó el magistrado Mario de Jesús Jiménez Martínez, quien ya en funciones destituyó a Giorgette Alejandra Pointelin González como Secretaria Ejecutiva del Consejo de la Judicatura y, en su lugar, nombró a Gilberto Escamilla.

A esta situación se suma la destitución del diputado Víctor Manuel Báez López, como presidente de la Junta de Coordinación y Concertación Política del Estado, hecho que ocurrió dos días antes de la destitución del presidente del Poder Judicial, lo que puso en el ojo del huracán a ambos poderes.