Se dice que el poder ha generado trémulos en las decisiones del alcalde de Quilehtla, Oscar Pérez, alias “El Cabrito”
Se dice que el poder ha generado trémulos en las decisiones del alcalde de Quilehtla, Oscar Pérez, alias “El Cabrito”, ante los problemas conyugales que ha tenido en los últimos meses, lo motivó a colocar al frente del sistema DIF municipal a su hijo de 18 años.
El nombramiento del “junior” Lizandro Pérez como presidente honorífico, fue avalado por el cabildo, ya que los regidores traían problemas con Patricia la expareja del alcalde, así que vieron la oportunidad de poner a un chamaco, con quién es más fácil lidiar.
Trabajadores del DIF, informaron que han recibido quejas de los usuarios de los distintos servicios que ofrece el área, ya que carece de experiencia para llevar un órgano que es vital para la niñez y los derechos de los sectores vulnerables.
La llegada del Joven a un área tan sensible como es el DIF, ha provocado molestias en algunos colaboradores y población, por la ausencia de conocimientos en el manejo del programas y toma de decisiones.
Pobladores dicen que no están en contra de generar oportunidades a los jóvenes, pero una cosa es oportunidad y otra eficacia.