En un intento de acallar sus irregularidades y abusos en su desempeño, el presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), Víctor Manuel Cid del Prado Pineda, pretende dar canonjías a los 4 comisionados que integran el Consejo Consultivo y a cada uno le compró un automóvil marca Aveo último modelo.

Trabajadores del organismo autónomo confirmaron este hecho y señalaron que las unidades fueron adquiridas junto con la camioneta de lujo tipo Tiguan modelo 2018, la cual fue asignada al consejero presidente Víctor Manuel Cid del Prado.

Más aún, el grupo de inconformes con el actuar del presidente, comentó que al interior de la comisión que se supone es protectora de los derechos humanos, se ha convertido en una institución que viola constantemente la ley y los derechos laborales y la dignidad de los propios trabajadores, a quienes se les ha despedido para ocupar los espacios por recomendados.

Incluso, señalaron que son víctimas de agresiones verbales por parte de Cid del Prado Pineda.

“La comisión está de cabeza, las visitadurías regionales operan con deficiencias, algunas incluso no abren como es el caso de Calpulalpan, nunca hay personal, por que se ha despedido a la gente o porque simplemente no hay quien se encargue de vigilar que se otorgue el servicio a las víctimas”, relataron.

Detallaron que el parque vehicular de la comisión está en mal estado, ello influye para que en ocasiones no se atiendan los asuntos, sin embargo, la adquisición de los cuatro automóviles Aveo y una camioneta, son utilizados por el presidente y los consejeros para atender temas personales, pues consideran que los asuntos de las quejas, pueden esperar.

"Demandamos la intervención de los diputados para que se haga una revisión exhaustiva de la forma en cómo se está gastando el presupuesto, pues sabemos que desde el año pasado, los consejeros han cobrado un salario pese a ser un cargo honorífico y este 2019, Víctor Manuel Cid, quería formalizarlo en el proyecto de presupuesto, sin embargo, no le salió la jugada y se lo echaron abajo”, señalaron trabajadores que por temor a las represalias pidieron la gracia del anonimato.