Columna por la Psic. Cristina Figueroa Quirino
En los últimos días ha crecido la preocupación por los altos niveles de delincuencia. Tenemos entonces que hacer un alto en nuestros pensamientos y preguntarnos, ¿que clase de personas estamos creando como sociedad? Y analizar que, desde un punto de vista psicológico, la delincuencia nos señala un incremento de las conductas antisociales de manera exponencial. ¿Qué es la conducta antisocial? Según el DSM V (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales) nos refiere al respecto de la conducta disocial lo siguiente:
"Patrón de comportamiento, repetitivo y persistente, en el que se violan derechos básicos de otras personas o normas sociales que se consideran adecuadas para la edad del individuo " y añade "Los 15 criterios se clasifican en cuatro categorías de comportamientos generalizados: 1) agresión a personas y animales, 2) destrucción de la propiedad, 3) fraudulencia o robo y 4) violaciones graves de normas. Para establecer el diagnóstico también se requiere que provoque una interferencia clínicamente significativa en el funcionamiento social, académico o laboral.
Es decir, que la persona se comporte de manera disfuncional en su entorno.
Este trastorno, generalmente inicia en la preadolescencia o adolescencia y tiene correlación con ambientes familiares disfuncionales en los que no existe la imposición de límites adecuados. Por lo tanto, si una institución ya sea educativa o la misma familia observa que uno de sus miembros comienza por manifestar las siguientes conductas, es el momento entonces, de buscar ayuda y evitar que el trastorno crezca y se desarrolle.
En sí existen cuatro indicadores muy específicos que nos hablan del trastorno:
1. La ausencia de remordimiento o culpa. Es decir, no se preocupa si sus actos dañan a otros.
2. Falta de empatía. La persona no demuestra interés por los sentimientos de los demás.
3. Despreocupación por su propio rendimiento académico o laboral. Incluso puede llegar a culpar a otros por su fracaso.
4. Ausencia o no demostración emocional. No denota emociones, o solamente expresa dolor cuando sabe que puede conseguir algo de los demás. Es decir, existe una conducta manipuladora.
No obstante, lo anterior, un tratamiento a tiempo que incluya apoyo psicoterapéutico y psiquiátrico "ayudará a ayudar" a las personas con éste trastorno.
El tratamiento deberá incluir aspectos educacionales que incluyan la imposición de límites adecuados, por eso, la salud emocional, empieza en casa.
Psic. Cristina Figueroa Quirino
transpersonaltlaxcala@gmail.com
http://talento-transpersonal.eadbox.com
WhatsApp: 246 187 1018